Formas de estar lejos

Aprovecho el verano para ir quitando el polvo a aquellos libros que llevan mucho tiempo en mis estanterías y a veces ni me acuerdo de que estaban ahí esperándome. Es exactamente lo que me ha pasado con «Formas de estar lejos» de Edurne Portela que no recuerdo ni cómo llegó a mí.

Alicia y Matty se conocen en un pequeño pueblo del sur de Estados Unidos, se enamoran, comienzan una vida juntos, tienen eso que algunos llaman éxito: una casa, una carrera, un buen trabajo, un buen coche. Ella ha dejado atrás a su familia, sus amigos, su vida en Euskadi y se ha lanzado a una intensa carrera universitaria; él ha alcanzado esa forma de felicidad estable que crean las rutinas. Pero poco a poco se irán desvelando las mentiras y perversiones que se esconden detrás de la vida perfecta, también las múltiples maneras en las que el amor se confunde con sus imposturas.

El título de este libro me hizo estar pensando constantemente en las múltiples ocasiones y formas en las que se da esa situación de estar lejos, porque no solo se está lejos de alguien cuando te separan muchos kilómetros de distancia también puedes sentir lo mismo con quien está junto a ti. En «Formas de estar lejos» también se tratan otros temas interesantes y algunos por desgracia de rabiosa actualidad, pero os dejo que lo descubráis vosotros.

Nuestra protagonista acepta, como si de algo habitual fuera que la desigualdad -la económica, la sentimental y la de poder- entre el hombre y la mujer en una relación desemboque en el maltrato. Edurne profundiza en la parte mental para que el lector viva y sienta con ella todo el proceso del que ella forma parte sin desearlo, sin apenas darse cuenta.

Alicia se siente sola, lejos de sus más íntimos, en un país donde se siente extranjera y todo ello le lleva a esa soledad no deseada. Es una joven aparentemente fuerte, con un sólido bagaje intelectual y una compleja historia familiar a sus espaldas y aun así todo se desmorona a su alrededor.

Edurne escribe bonito, con una prosa cuidada e inteligente que permite al lector disfrutar de la trama, meterte dentro de la misma y disfrutar a pesar de la crudeza del fondo de la historia.

En definitiva, «Formas de estar lejos» es un libro magnífico que nos hace ver la vida con otras gafas, darnos cuenta que las relaciones no son sencillas pero que nosotros somos los únicos que podemos poner límites. Os la recomiendo.