Firmamento

Firmamento es la última novela de Màxim Huerta, es una novela en el que sólo hay dos personajes: Ana y Mario, cosa que el autor deja muy claro antes de empezar su lectura. No hay personajes secundarios, la historia transcurre en un hotel de Formentor, ubicado en la Isla de Mallorca, un lugar paradisiaco que ha servido de refugio para muchos personajes famosos.

Mario es un escritor que tiene por encargo acabar o reescribir la novela de otro, y para ello decide retirarse a la isla de Formentor. Por otro lado está Ana, su vida no anda muy bien y necesita “escapar de todo” para reencontrase consigo mismo.

Sus vidas se encuentran en esa maravillosa Isla de Mallorca donde el firmamento es el escenario perfecto para una bonita historia de amor.

El libro está dividido en tres partes y un prefacio. En la primera parte se irán alternando las narraciones en primera persona de cada uno de los personajes, para ir desgranando poco a poco, las vivencias de cada uno.

En la segunda parte Màxim cambia el estilo de la narración y pasa a ser epistolar, con el intercambio de cartas de los personajes principales.

Y la última parte consta de un narrador omnisciente que nos conduce hasta el final de la historia.

Se podría reseñar que en algunas partes del libro la estructura empleada por el autor puede dar lugar a confusión, no sabemos muy bien el tiempo real en el que suceden los hechos.

Como en las anteriores novelas que he podido leer de Màxim Huerta, en esta, nos volvemos a encontrar con una prosa cuidada y delicada, en algunas ocasiones con tintes poéticos y que consigue emocionar al lector.

En Firmamento aparecen elementos metaliteratos, referencias al propio arte de escribir y de leer, referencias a obras y también, como ya ha hecho en ocasiones anteriores, referencias a sus propios libros, en este caso, “El susurro de la caracola”. En este libro también nos encontramos con varias referencias musicales como puede ser David Bowie, Beach Boys…

En definitiva, Firmamento es una obra conmovedora, con el telón del mar de fondo, ese mar que a los que lo conocemos bien, podemos echar tanto de menos y al que siempre regresamos para “sanar” nuestra alma. Al igual que Ana y Mario acuden para sanar sus corazones heridos.