No estamos muertos

Los que nos seguís desde hace tiempo, ya sabéis que desde nuestro blog tratamos de acercar al lector lecturas de escritores menos conocidos, como es el caso de “No estamos muertos”, el último libro escrito por Raquel Martín Caraballo, escritora tinerfeña cuya actividad profesional ha estado siempre ligada al mundo de la escritura llegando a prestar servicios profesionales como lectora, correctora y coach literaria para distintas empresas editoriales. Por lo que respecta al mundo periodístico debemos indicar que Raquel Martín Caraballo comenzó como redactora becaria en las secciones de cultura e internacional de “El País”, y como redactora cultural y editora del suplemento de fin de semana “Mosaico”, publicado por el diario tinerfeño “La Gaceta de Canarias”. Entrando a analizar su producción literaria, destacaremos que con sólo 20 años obtuvo el Premio de poesía “Félix Francisco Casanova”, con el poemario titulado “Transfusión de voz”. Posteriormente, en el año 2014, Raquel Martín Caraballo se alzó con el Premio de Poesía Pedro García Cabrera con su poemario “Un árbol en Rodmell”. En el campo de la prosa, ha publicado las novelas “El Club de los Enred@dos” y “Antes del último Sol”.

Antes de empezar con la reseña de este libro, ya os adelantemos que “No estamos muertos” es un libro totalmente diferente a aquellos que solemos comentar en el blog ya que no siempre resulta fácil captar la atención del lector cuando el tema que se aborda en el libro es la muerte. No obstante esto, por si todavía tenéis algún tipo de duda sobre su lectura, debemos informaros que “No estamos muertos” ha llegado a alcanzar el primer puesto entre los más vendidos de Amazon a los dos meses del lanzamiento en una de las categorías publicadas.

“No estamos muertos” es un ensayo donde Raquel Martín Caraballo aborda el tema de la muerte, el misterio entre los misterios de la humanidad, basándose tanto en experiencias personales vividas en su propia piel producidas tras el fallecimiento de su padre como a través de estudios e investigaciones científicas llevadas a cabo por profesionales de destacado prestigio que aportan evidencias y señales sobre las fronteras que dividen la vida y la muerte. Entre estos estudios e investigaciones queremos destacar el proyecto AWARE de la Universidad Estatal de Nueva York dirigido por Sam Parnia, que a lo largo de 4 años, y con la participación de 2060 pacientes de 15 hospitales, logró probar que la conciencia lúcida se mantiene cuando el cerebro deja de funcionar.

Creemos que a todos, en algún momento de nuestra vida, se nos ha pasado por la cabeza pensar en qué habrá después de la muerte. ¿Nos reencarnaremos en otras personas?¿Nuestra alma seguirá vida?¿Qué sentiremos una vez hayamos muerto?¿Somos conciencia que sobrevive a un cuerpo físico? ¿Existe otra vida después de ésta? ¿Pueden nuestros muertos comunicarse con nosotros? Raquel Martín Caraballo, sin pretender convencer a nadie de que la existencia no se interrumpe de manera definitiva con la muerte trata de explicar, a través de sus experiencias personales, que la vida no acaba con la muerte sino que el ser pasa a otro plano desde el que, en determinadas circunstancias, se puede comunicar con algunas personas concretas que fueron importantes en su vida e indaga en los pactos que establecemos con los seres difuntos para recibir evidencias del más allá (Sueños premonitorios; mensajes en clave; apariciones, revelaciones o sincronicidades) con tanta contundencia que resulta imposible negarlas.

A pesar de que no ha sido hasta esta maldita temporada de confinamiento que nos ha hecho vivir la pandemia de la Covid-19 cuando Raquel Martín Caraballo ha encontrado el momento perfecto para abordar la temática de la muerte con “No estamos muertos”, la génesis de este proyecto literario se encuentra en la muerte del padre de la autora y una serie de experiencias personales acumuladas a lo largo de dos décadas que sacudieron a Raquel Martín Caraballo y la llevaron a investigar y buscar mucha información sobre las fronteras que dividen la vida y la muerte.

“No estamos muertos” cuenta en cada capítulo cómo fueron una o dos de esas señales que recibió Raquel Martín Caraballo de su padre desde el más allá para después abordarlas y tratar de explicarlas desde el punto científico ya que “No porque no puedas explicarlo significa que renuncies a contarlo”. “No estamos muertos” también cuenta con un estupendo prólogo e incorpora al final del libro una serie de fotos de personas, lugares o documentos que guardan relación con los hechos narrados en diferentes capítulos.

“No estamos muertos” en un libro perfectamente ejecutado, narrado y argumentado que atrae el lector por el magnífico lenguaje y sensibilidad que emplea Raquel Martín Caraballo para hablar de la muerte y con el cual, la autora pretende abrir un debate sobre la posibilidad de que existan señales que corroboren o legitimen una conciencia que sobreviva a la muerte del cuerpo físico sin ser etiquetado de persona religiosa.