Nos crecen los enanos

Empezamos semana con la reseña de un autor que siempre me gusta, que nunca me falla y que consigue que mi mente se centre únicamente en lo que pasa en sus páginas mientras estoy leyendo. Os hablo de la nueva novela de César Pérez Gellida que lleva por título «Nos crecen los enanos» de la editorial Suma.

Poco os puedo y os debo contar de la trama simplemente que nos encontramos con un escritor de éxito, un escritor de novela negra que decide experimentar lo que escribe con sus propias manos, es decir, en realidad es un asesino en serie sin escrúpulos de ningún tipo y comete crímenes que rozan la violencia más extrema. Dos cadáveres han aparecido en un pinar de Valladolid. Según la autopsia uno de ellos es el principal sospechoso de unos crímenes acaecidos en el municipio de Urueña varios años atrás. Este giro de guion pone en alerta a Bittor Balenziaga y Sara Robles, los policías y guardias civiles encargados de aquel caso, sobre todo cuando empiezan a aparecer otros cadáveres por distintos puntos de la geografía nacional. Y todos con el rostro desfigurado tras practicarles la sonrisa de Glasgow.

Gellida es un maestro de la novela negra, consigue lo que muy pocos autores son capaces de hacer y es conseguir que una novela de más de 600 páginas sea un paseo entre tus manos. Eso sí en esta ocasión roza el límite de lo macabro, hay escenas excesivamente duras e incluso diría de mal gusto, pero es que el asesino de esta novela es alguien totalmente deleznable.

Una parte fundamental de esta novela es el perfil psicológico para ello aparece una figura muy interesante que trata a nuestro protagonista para que pueda desarrollar a su personaje, le ayuda a dotarlo de las cualidades adecuadas para ser un asesino en serie. Porque nuestro escritor es egoísta en grado exponencial, tiene una capacidad para manipular increíble, ningún tipo de empatía hacia nadie, ausencia de remordimientos y, sobre todo, disfruta hasta el nivel de conseguir placer al causar dolor físico o psicológico en los demás. Tremendo.

La novela tiene una estructura original y arriesgada. Desde el primer momento los lectores sabemos quién es el asesino y eso hace que el autor tenga que dar mucho de sí para conseguir que la trama y el ritmo no decaiga y conseguir eso en más de 600 páginas no es tarea sencilla pero claro aquí quien escribe es Gellida, con eso lo digo todo. ¿Que no has leído nada suyo? Pues no sé a qué esperas.

Para endulzar más la historia y como regalo a los amantes de la literatura no faltan en este libro eso que yo llamo “detalles que los autores nos regalan”. En este caso, me ha gustado los comienzos de cada capítulo en forma de título con referencias circenses muy interesantes, también destacar como es capaz de hilar una escena con la siguiente empleando la misma frase o palabras y los siempre guiños a su obra literaria. Genial.

En definitiva, «Nos crecen los enanos» es una lectura de la que no vas a salir indemne por todo lo que ocurre y por cómo ocurre. Para mí ha sido una novela estupenda y he vuelto a disfrutar de un thriller que se lee a buen ritmo y por supuesto no me puedo cansar de recomendar por todo lo que os he contado y por mucho más que espero descubráis en su lectura.