Cornelia

Cornelia, es el aterrizaje y presentación ante el público español de Florencia Etcheves, una escritora y periodista ya consolidada en Argentina que también hace las veces de presentadora de noticias especializada en casos policiales, siendo una de las caras más conocidas del canal Todo Noticias de Argentina.

Diez años atrás, una profesora y cinco chicas de un colegio de la élite porteña realizan un viaje a la Patagonia argentina, concretamente, a El Paraje para estudiar la destrucción causada por el volcán Tupnik y como el pueblo consiguió resurgir de sus cenizas. El propósito de este viaje es inculcar a las jóvenes una serie de valores como el sacrificio, esfuerzo y superación, de los cuales, por su cómoda situación económico-familiar, carecen. Alojadas en la humilde hospedería Los Alonsos, las chicas, en plena adolescencia y cautivadas por la atracción que en ellas despierta el joven Ariel Alonso, deciden, con su colaboración, escaparse durante la noche para irse de fiesta al único con bar con que cuenta el poblado. Cuando despiertan a la mañana siguiente, Cornelia Villalba ha desaparecido sin dejar rastro, encontrándose únicamente la cadena que siempre llevaba colgando de su cuello.

De vuelta al presente, cuando se cumplen diez años de la desaparición de Cornelia, su familia organiza una misa conmemorativa para mantener vivo su recuerdo, a la cual asisten sus cuatro amigas. Tras la liturgia, una breve conversación mantenida con una anciana que acude a la misa cargada con una caja de zapatos llena de recortes fúnebres le revelará a la madre de Cornelia que una persona anónima ha estado publicando en el periódico cada año, desde su desaparición, una esquela por su hija. Además, la foto que figura de su hija en el atril de la iglesia nunca la había visto. Estos descubrimientos serán suficientes razones para que la madre de Cornelia le ruegue a Pipa, una de las amigas de su hija, ahora la policía Manuela Pelari, que reanude la investigación del caso de la desaparición de Cornelia ya que está convencida que sigue viva.

Manuela Pelari nunca se ha podido deshacer de unos recuerdos difusos que perduran en su memoria, cargando todo este tiempo con una cierta dosis de culpa por no haber podido hacer nada para evitar la desaparición de Cornelia. Siempre ha sentido que algo que se le escapa desde entonces y está convencida de que las autoridades tampoco llevaron la investigación como correspondía. Manuela Pelari, sabe que no va resulta fácil enfrentarse a esta investigación, ya que lo que pasó entonces le dejó una marca de la que no ha podido desprenderse pero también sabe que ha llegado el momento de hacerle frente.

A primera vista, Cornelia parece la típica historia simple de la desaparición de una joven en el pasado cuya investigación se retoma al cabo del tiempo y que finalmente es resuelta en el presente. Pero no es así. Lo que empieza siendo la búsqueda de una chica desaparecida en extrañas circunstancias termina convirtiéndose en una madeja entretejida con múltiples hilos de pequeñas historias. Cornelia es solo una pista, un nombre, un recuerdo que ha cambiado con el tiempo. La verdadera pregunta no es si ella está viva o no, sino qué hay detrás de su desaparición.

Cornelia, además de ser una novela negra, es una denuncia a la cruda, dolorosa y real trata de mujeres y sus mafias, a la violencia y al abuso sexual que se vive en Argentina, en América y en todas partes del mundo. Florencia Etcheves, no titubea cuando narra episodios de violencia física o psicológica, haciéndolo sin ahorrar al lector detalles que ponen los pelos de punta. Expone ante nuestros espantados ojos la violencia física y mental, la anulación total y absoluta de la voluntad de otra persona que ya nunca volverá a ser la que fue. Habrá momentos en que solo querrás cerrar los ojos muy fuerte y pensar que todo ello no es más que ficción, pero lo cierto es que la misma situación que se retrata en Cornelia la viven cientos de mujeres día a día en todos los rincones del mundo. Etcheves, pone la vista no solo en la víctima sino también en el verdugo, se mete en su mente para entrar en sus razonamientos, en sus intereses, en su absoluto desprecio ante el ser humano en general y la mujer en particular, que es tan solo una mercancía con la que enriquecerse, una mercancía que no se acaba, como la droga, solo se va deteriorando y perdiendo valor hasta que termina siendo más rentable deshacerse de ella que seguir manteniéndola. “50 kilos de coca no son tan rentables como 50 kilos de mujer. La coca se acaba. La mujer no. La podrás usar, usar y usar...”

Florencia Etcheves, como activista que es en la causa, en su dedicatoria nombra al movimiento #NiUnaMenos, surgido en Argentina, país natal de la autora, en 2015 para denunciar y protestar contra la violencia hacia las mujeres.

La novela se divide en 69 capítulos cortos que, narrada con un lenguaje sencillo y directo nos genera la sensación de no poder parar de leer. La escritora utiliza las primeras páginas para poner en contexto al lector que, una vez acostumbrado a su pluma directa, se ve envuelto en una vertiginosa sucesión de hechos que van reconstruyendo - saltando entre pasado y presente - todo aquello que aconteció esa fría noche en El Paraje, donde una joven de cabello castaño y mirada altiva dejó de pertenecer al mundo al que estaba acostumbrada. Estos saltos en el tiempo (presente de la investigación y pasado de los hechos) junto con las pequeñas dosis de información que nos va dando en cada capítulo, hace que la intriga crezca conforme avanzamos hasta llegar a un desenlace sorprendente y muy satisfactorio. El ritmo de la novela va en aumento a medida que vamos adentrándonos en ella sabiendo cumplir las expectativas, convirtiéndose es una historia sumamente adictiva, que no solo entretiene sino que nos muestra una realidad que nos toca muy de cerca y que a veces no sabemos o no podemos ver hasta que es demasiado tarde.

En definitiva, Cornelia es una novela desgarradora que aborda sin miedo y sin prejuicios, a través de unos personajes potentes e inolvidables, la crueldad y brutalidad de la trata de mujeres. Una novela en la que la violencia campa a sus anchas y que se finaliza con el convencimiento de que todo lo narrado en ella le puede pasar a cualquier persona, con independencia de su condición económico-social.

Prueba del éxito que ha tenido esta novela la encontramos en el hecho de que Cornelia ya ha sido adaptada al cine, y se estrenó el pasado mes de Abril en Argentina, bajo el nombre de Perdida, y en la que interviene la española, Amaia Salamanca y el famoso actor Ricardo Gómez, más conocido por su papel como Carlos Alcántara.