El intercambio

“Cuando la vida no tiene sentido, que es casi siempre, lo mejor que uno puedo hacer es reír”

El intercambio
4.8 / 5 Mi nota
Argumento5
Narrativa5
Final4.5
Info
AUTOR: Fernando Aleu
EDITORIAL: Roca
PÁGINAS: 416
GÉNERO: Histórica
FECHA RESEÑA: 10 diciembre, 2018
Reseña

El 27 de octubre de 1943, en el puerto de la ciudad de Barcelona, tuvo lugar un hecho sin precedentes en la historia, dos contendientes de la Segunda Guerra Mundial, Alemania e Inglaterra, pactaron intercambiar dos mil prisioneros de guerra.

Muy cerca de allí, desde la montaña de Montjuic, tres chicos de 14 años cargados con prismáticos fueron espectadores de lujo de este gran acontecimiento que tuvo una enorme relevancia para la época.

Setenta y cinco años después, uno de aquellos chicos, Fernando Aleu, debuta con su primera novela y aprovecha aquellos recuerdos para construir una historia llena de amistad, sacrificio, riesgo, intriga, sexo y rescates desesperados.

El Intercambio es novela basada en un hecho real, el intercambio de prisioneros entre el ejército aliado y el ejército que tuvo lugar en el puerto de Barcelona en octubre de 1943.

Werner Applefeld, de origen judío, soltero, con una buena posición económica y neurólogo de reconocido prestigio en la ciudad de New York, no ha cesado de trabajar desde que llegó a los Estados Unidos para estudiar medicina. En agosto de 1939, Werner decide tomarse sus primeras vacaciones y así poder regresar a su Alemania natal para reencontrarse con la única familia que le queda en el mundo: su tía Greta quien, junto con su marido los acogieron cuando quedó huérfano de niño y su primo Max Liniger, con quien durante su adolescencia ha estado manteniendo contacto mediante correo postal.

Por todos es conocido que en esas fechas, Alemania vivía una situación muy complicada y convulsa tras la primera Guerra Mundial, el imparable crecimiento del "Tercer Reich" y la persecución a la que se están viendo sometidos los judíos.

Werner quedará impactado con la figura de su primo Max. Un joven judío, musculoso y fuerte que hace las delicias de la gente en el circo de Munich con su espectáculo “Los Condores Voaldores” y que, pesar de ser judío, aparece en carteles representando el paradigma de la raza aria. Max, se mantiene a la cruel realidad que están sufriendo los judíos dado que cuenta con la protección de Herbert Von Tech, miembro de la Wehrmacht y ayudante de campo del Mariscal Rommel, quien a pesar de su rango, se ha enamorado de Max.

Siendo consciente de toda esta situación, antes de regresar a Nueva York, Werner pondrá todo su empeño para tratar de convencer a su primo Max para que le acompañe a Estados Unidos o abandone junto a su madre el país dado el grave riesgo que corre por ser judío.

A lo largo de su estancia en Alemania, Werner conocerá a una serie de personas con las que estrechará fuertes lazos de amistad y que, en cierta medida, trastocarán su acomodada vida profesional.

En el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, el destino militar de Alemania comienza a cambiar con la derrota que sufren las tropas del Coronel Rommel en el norte de África. Muchos de sus soldados son capturados por los aliados, siendo entonces cuando la Cruz Roja Internacional intervendrá con un papel crucial al organizar un intercambio de prisioneros de guerra entre alemanes y británicos en el puerto de Barcelona.

Esta circunstancia será el desencadenante para que, en 1943, Werner vuelva a Europa para juntarse con Rosy, Oscar Prat y Joshua a fin de idear y diseñar un plan que permita evitar que Max sea devuelto a Alemania donde, debido a su condición de judío mestizo, acabaría sacrificado en un campo de exterminio dada la durísima campaña que el imperio nazi ha emprendido para exterminar a todos los judíos.

Resulta necesario destacar a Rosy Dieckhoff, la amante de Max de quien éste está perdidamente enamorado. Rosy es una mujer despampanante, provocativa y muy lista que con su actitud segura, su descaro y su falta de escrúpulos conseguirá siempre lo que propone. Si a esto le añadimos que Rosy trabaja para la Abwher (agencia de espionaje militar alemán), la convierten en una de las principales protagonistas de la novela cuyos sentimientos por Max van más allá de su deber.

También conoceremos a Joshua Scheinberg, mejor amigo de Max desde la infancia. Joshua es un joven músico homosexual y judío que rápidamente descubrirá que la Alemania de Hitler ya no es su patria y tendrá que salir de allí para poder salvar la vida.

Y por último, pero no por ello menos importante, Oscar Prat a quien Werner conocerá en su viaje de regreso a Nueva York a bordo del Normandie, el barco más lujoso de la época. Con Oscar Prat, médico de profesión, congeniará rápidamente compartiendo muchos y gratos momentos durante la travesía.

La ambientación es magnífica, Berlín, Munich, Nueva York y Barcelona, permitiendo que el lector se traslade a cada momento histórico de manera sencilla ya que el autor no se extiende en ningún momento en descripciones excesivamente detalladas ni en relatos históricos tediosos, sabe moverse con soltura y mostrarnos tanto el lujo de una época en ciertos ambientes como el terror y el peligro al que estaban sometidas muchas personas.

Fernando Aleu, a través de un narrador omniscente y de un lenguaje sencillo, delicado y sumamente preciso, nos recrea, a partir de un hecho real que por el paso del tiempo está casi olvidado a pesar de su gran importancia en aquella época, una historia impecable, una trama bien trabajada y con unos personajes entrañables. El intercambio no es una novela de guerra, es la vida de unos personajes que sufrieron de diferentes maneras las consecuencias de la II Guerra Mundial, resaltando los riesgos que estuvieron dispuestos a correr por ayudar a las personas a las que quieren, siendo en estos personajes donde radica esencialmente la fuerza y brillantez de esta novela.

El intercambio es una gran lectura dedicada a la amistad y a la lealtad de nuestros protagonistas, sentimientos que prevalecen por encima del amor y de la guerra, haciéndola una de esas historias que perduraran en la memoria del lector durante tiempo.

Agradecer a Soy Yincanera y a la editorial el haberme hecho llegar un ejemplar de la novela para participar de la lectura simultánea.

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