Cuadernos azabache

Casi un año después de haber leído y reseñado en este blog “El Guardián de las Flores” parece mentira que hoy podamos decir que, aún estando inmersos en plena pandemia mundial del COVID, Rober H. L. Cagiao nos presenta la novela “Cuadernos Azabache”, la quinta entrega de la serie policíaca perteneciente a la saga «El guardián de las flores». Por raro que parezca, el año 2020 ha sido muy prolífico para Rober H. L. Cagiao puesto que le ha permitido publicar varias de las entregas de esta saga (La piedra del destino, El asesino del camino norte y La ley del pueblo). No obstante, no os asustéis porque cada uno de los libros que integran esta serie son autoconclusivos y se pueden leer de manera independiente, pero claro, os tenemos que aconsejar que iniciéis la saga con la lectura del “El Guardián de las Flores” ya que os permitirá conocer y familiarizaros con los personajes.

En esta nueva aventura de “Cuadernos Azabache” volvemos a encontrarnos con Paola Gómez, Costoya, Ana, Modesto, Portela, Alba y compañía. “Cuadernos Azabache” comienza con el hallazgo del cadáver de un hombre en una cueva del parque del Pasatempo en Betanzos. La víctima es Paquito Cañamares, hijo del Inspector Mauricio Camañares, punta de lanza de la Brigada Politico-Social de Franco en Galicia quien, además de inspector de policía ejercía como asesino a sueldo bajo el paraguas del régimen. Tras efectuar una primera exploración del cadáver, descubren en el interior de su gabardina un libro que contiene diversos capítulos que hablan del pasado.

Por raro que resulte, en esta ocasión Paola delegará en su equipo el groso de la investigación del asesinato de Paquito Cañamares para centrarse de lleno en la lectura del libro encontrado en la escena del crimen donde piensa que está la clave para descubrir al asesino, sin embargo, pronto descubrirá que el libro está incompleto y que los crímenes no han hecho más que comenzar.

Con la lectura de los libros que irá encontrando Paola, Rober H. L. Cagiao alterna las tramas a través de salto temporales lo que conllevará que el lector se traslade a diferentes lugares europeos y rememore los convulsos momentos políticos que se vivieron en Europa durante los años sesenta, asistiendo junto con algunos personajes a las reuniones clandestinas concertadas por los partidos comunistas europeos donde planeaban acabar definitivamente con los regímenes totalitarios como el que sufrió España durante el periodo franquista.

“Cuadernos Azabache” está dividida en cuarenta y dos capítulos de extensión corta que son narrados en tercera persona y para los cuales Rober H. L. Cagiao emplea un lenguaje claro, natural y actual que llega fácil y directo al lector.

En “Cuadernos Azabache”, aunque prima la historia que descubriremos con la lectura de los libros que guardan las víctimas, también vamos a encontrar una investigación policial con trasfondo histórico que no dejará de sorprender en ningún momento y que mantendrá en vilo al lector hasta el final.

Sin embargo, debemos decir que “Cuadernos Azabache” es una novela plagada de sentimientos a flor de piel donde el dolor por la pérdida, la esperanza y los remordimientos tienen un papel muy importante pero por encima de todo, el lector va a descubrir una auténtica historia de amistad y de amor que prevalecerá entre sus protagonistas con independencia del paso del tiempo, las ideologías, situación política y ubicación.

Siendo esta novela el quinto libro de la saga iniciada con “El guardián de las flores” se aprecia una clara y notable evolución en la pluma de Rober H. L. Cagiao donde, manteniendo la esencia de las anteriores entregas arriesga introduciendo subtramas coherentes, interesantes y bien construidas para llegar a un magnífico final donde todas las piezas encajan cerrando a la perfección la novela.