El caso de los anónimos

Resulta un tanto complicado resumir en unas cuantas líneas la espectacular carrera literaria de la escritora inglesa Agatha Christie, considerada como una de las más grandes autoras de crimen y misterio de la literatura universal. Su prolífica obra con 79 novelas y decenas de historias breves han sido traducidas a casi todos los idiomas, y varias adaptadas para cine y teatro. Creadora de grandes personajes dedicados al mundo del misterio, como la entrañable Señorita Marple o el detective belga Hércules Poirot. Basta con decir que Agatha Christie ha vendido alrededor de CUATRO BILLONES DE NOVELAS.

Agatha Christie sitúa la novela “El caso de los anónimos”, Agatha Christie en un pequeño pueblo inglés llamado Lymstock, con sus habitantes de siempre: el médico, el abogado, el sacerdote y su esposa, las típicas solteronas y las típicas criadas. Hay que tener en cuenta que Agatha Christie escribió el “El caso de los anónimos” en el año 1943, por lo que en la novela vamos a encontrar un lenguaje, unos comportamientos sociales y unos prejuicios que a día de hoy, nos pueden resultar bastante chocantes.

Jerry Burton, aviador que se encuentra convaleciente tratando de recuperarse de las heridas de guerra que ha sufrido tras un accidente aéreo, por consejo de su doctor, decide, junto a su hermana Joanna, trasladarse a Lymstock donde esperan encontrar paz y tranquilidad. Nada más lejos de la realidad.

Nada más instalarse en la casa que alquila Emily Barton, Joanna recibirá una carta anónima en la que se acusa a ambos de no ser hermanos sino amantes. En un principio, ambos hermanos se toman a broma la carta recibida pero pronto descubrirán que otros muchos habitantes de Lymstock han recibido cartas similares que contienen acusaciones vergonzosas y palabras soeces. Todas estas cartas parecen estar escritas por un mismo autor ya que llevan sobre escrito a máquina y el interior compuesto con letras recortadas de un libro antiguo.

Todo el pueblo de Lymstock parece querer pasar página con respecto a cartas anónimas recibidas hasta que la Sra. Symmington, esposa del abogado, aparece muerta. Al parecer se ha suicidado con cianuro y en la chimenea de la casa se ha encontrado una carta anónima donde se la acusa de que uno de sus hijos pequeños no es de su marido.

Jerry Burton, convencido de que esta muerte guarda relación con las cartas anónimas, está dispuesto a encontrar al culpable y no dudará en colaborar con la policía, pero será Miss Marple quien logrará descubrir al criminal y devolver la paz y la tranquilidad a los habitantes del pueblo de Lymstock.

Por lo que respecta a “El caso de los anónimos”, tenemos que reconocer que nos hemos llevado un pequeño “chasco”. Precisamente habíamos elegido la lectura de este libro porque nos apetecía mucho retomar el personaje de Miss Marple y sin embargo, su participación en esta novela es bastante escasa ya que no aparece hasta el último cuarto del libro, en apenas dos párrafos y para dejar en ridículo a todos los presentes ya que demuestra que, durante todo el tiempo las pistas han estado ahí, pero nadie era capaz de verlas. Tanto es así que, “El caso de los anónimos” está narrada en primera persona por el propio Jerry Burton, un personaje muy acertado.

Por lo que respecta a la trama, debemos decir que “El caso de los anónimos” no es de las mejores novelas de Agatha Christie pero aún así, no deja de ser una novela interesante con buen asesinato, una buena intriga, un buen desarrollo de hechos y una buena resolución del caso.