Judas

Hoy os presentamos “Judas”, un estremecedor true crime contado en primera persona por Astrid Holleeder, la hermana pequeña de Willem Holleeder, el gánster más famoso y más temido de Holanda. Holleeder es un apellido poco conocido fuera de las fronteras de Holanda, sin embargo, para que os podáis hacer una idea de la notable relevancia e impacto que causó este libro en la sociedad holandesa debéis saber que “Judas” se convirtió en best seller de manera instantánea. La novela ha sido escrita por la autora una vez inmersa en el programa de protección de testigos, debiendo ser impresa en secreto y publicada por sorpresa en noviembre de 2016. El primer día de su lanzamiento se vendieron más de 80.000 libros y actualmente ha superado ya las 500.000 copias vendidas en Holanda.

Su autora, Astrid Holleeder, estudió derecho, licenciándose en 1995 y comenzó a trabajar como abogada penalista en un bufete de abogados dado que su aspiración de desempeñar un cargo público de fiscal o jueza le sería negada por su contexto familiar, especialmente, por la figura criminal de su hermano Wim.

Con “Judas” vamos a descubrir el relato de la vida real de la familia Holleeder, cuyas relaciones han estado dominadas por la violencia, el miedo, la intimidación y el maltrato tanto físico como moral. Durante un largo periodo de tiempo, los cuatro hermanos Holleeder tuvieron que soportar la figura de su padre, un hombre extremadamente violento que cuando llegaba a casa daba rienda suelta a su alcoholismo bebiendo cerveza hasta perder el control para así poder pegar y maltratar más vehementemente a su mujer e hijos. En este ambiente familiar de miedo, violencia y tensión, fueron creciendo los hermanos Holleeder hasta que Gerard, el hijo pequeño, se enfrentó a su padre cuando éste le estaba pegando una paliza a su madre. Esta situación provocó que el padre tuviera que abandonar el domicilio familiar. Poco duraría la alegría en el seno de la familia Holleeder, ya que después del escapar del control y la tiranía que ejercía su padre sobre todos ellos, Willem (Wim) Holleeder ocupó su lugar, tomando un control absoluto sobre toda la familia.

Wim Holleeder era extremadamente peligroso de manera que su madre y hermanos, no solo debían temerlo a él, sino también a las autoridades y a sus enemigos. En 1983, junto con su cuñado Cor Van Hout llevaron a cabo el sonado secuestro del millonario Freddy Heineken, dueño y presidente de la empresa de cerveza Heineken, por cuya liberación llegaron a cobrar cerca de seis millones de euros en la actualidad. Posteriormente, su afán de control y codicia, le llevaría a matar a su cuñado Cor Van Hout y a su mejor amigo. Por si esto fuera poco, se le considera responsable de haber ordenado un enorme número de asesinatos que eran perpetrados a través de sicarios. Controlaba negocios inmobiliarios, de juego, prostitución y de blanqueo de capitales a base de extorsiones y amenazas.

Astrid Holleeder, autora de este libro, a pesar del pánico que le tenía a su hermano, gozaba de la confianza de Win, convirtiéndose en una figura clave en el engranaje y funcionamiento diario de este delincuente. Wim pasaba todas las mañanas por casa de Astrid, se plantaba en su puerta y le ordenada que saliera con él a andar para evitar así que les pudieran grabar. Tanto Astrid Holleeder como su hermana Sonja debían estar disponibles y controladas por Wim las veinticuatro horas del día.

El infierno de vida que Wim Holleeder estaba haciendo sufrir a su familia alcanzó un punto tan álgido que Astrid Holleeder, harta de tanto miedo, violencia e intimidación, adoptara, junto a su hermana, la decisión de volverse en contra de su hermano Wim y acudir al Departamento de Justicia para aportar declaraciones, grabaciones y pruebas que permitieran condenar a su hermano Wim a cadena perpetua en un cárcel de máxima seguridad. Este periodo de preparación y consecución de todas las pruebas necesarias para poder procesal judicialmente a Wim se prolongó más de dos años, tiempo durante el cual, la angustia, ansiedad y miedo que padecieron las valientes protagonistas escapa fuera de toda lógica.

“Judas” es, sin lugar a dudas un libro arrebatador, sobrecogedor y doloroso que nos habla de cómo los mayores criminales hacen sufrir a sus familiares.

Desde aquí mandar todo nuestro apoyo y reconocimiento a Astrid Holleeder, Sonja Holleeder y Sandra (sus tres mujeres) por el arrojo, coraje y valentía que han demostrado durante todo este tiempo y por ponerse claramente en la línea de fuego con tal de hacer lo correcto y enviar a su hermano, Willem Holleeder, a la cárcel.

Igualmente agradecer a la Editorial que nos haya hecho llegar un ejemplar de este libro para su lectura y reseña en el blog.