La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz

Gracias a la lectura conjunta organizada por el blog “Libros que hay que leer” he podido disfrutar nuevamente del doble placer de la lectura, por una parte, de un libro que me ha sorprendido y por otra parte del poder compartir el momento de la lectura con otras personas e ir dejando nuestros comentarios a medida que la lectura avanzaba cosa que me encanta. El libro que hemos leído es «La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz» de Gabriella Saab editado por Newton Compton Editores.

Maria Florkowska, además de una excelente jugadora de ajedrez, es también miembro de la Resistencia polaca en la Varsovia ocupada por los nazis. Arrestada por la Gestapo y deportada a Auschwitz como prisionera política, la joven se resigna a su propio destino. Pero cuando el despiadado Lagerführer Karl Fritzsch descubre su extraordinario talento para jugar al ajedrez, decide entretener al resto de guardias desafiándola a un extenuante y sádico torneo.

Estamos ante una novela que nos lleva nuevamente a Auschwitz, escenario de múltiples novelas donde cada vez que me sitúo allí me cuesta más imaginar y creer que algo así sucedió no hace tanto tiempo, que el ser humano pudo llegar a ser tan mezquino y cruel sin necesidad alguna, tratando de forma tan miserable a personas que no habían hecho nada simplemente cumpliendo los deseos de aquellos que se creían y eran poderosos en ese momento. Todas las historias son difíciles y duras, pero cuando la protagonista es tan solo una joven de catorce años todo te parece más difícil de comprender.

Esta es una historia de guerra, pero también de venganza, de supervivencia y de amistad, de valores y de lucha. María jugará la partida de su vida en la que solo hay un ganador para llegar hasta ese objetivo que se ha propuesto, cada movimiento es clave y sabe que tiene que luchar para conseguirlo: solo uno es el que ejecuta el “jaque mate”.

Los personajes están tremendamente bien creados y estructurados y muy fieles a los dictámenes del momento. Todos son especiales pero hay uno que resaltaría por encima de todo: el padre Kolbe, un hombre extraordinariamente bueno que hizo todo lo que estaba en su mano para hacer la vida más fácil dentro de ese horror que suponía vivir en el campo de Auschwitz, me ha encantado y emocionado saber que existió.

La autora se ha documentado muy bien antes de escribir este libro, viajó hasta Varsovia y estuvo tiempo en los campos de concentración y alrededores para tener una visión clara y concisa del lugar. Los testimonios que obtuvo le sirvieron para poder confeccionar esta historia tan real que no te dejará indiferente. Un detalle que me ha gustado ha sido el apéndice que se incorpora al final del libro donde podemos saber qué personajes eran reales y el papel que tuvieron en Auschwitz me ha resultado muy interesante.

En definitiva, «La chica que jugaba al ajedrez en Auschwitz» es una historia muy bien escrita y contada de forma exquisita en la que destacaría esa partida macabra de ajedrez que sirve de hilo conductor para contar los horrores de un lugar que todos conocemos. Interesante a la vez que muy bien introducido en la narración es el estrés postraumático que sufre la pequeña después de todo lo vivido. Os lo recomiendo a todos a los que les guste leer una historia bien contada.