La frontera lleva su nombre

Me paso para hablaros de una de esas lecturas que no tenías prevista, que llega a tus manos de forma casual pero que consigue convertirse en una gran lectura, uno de esos libros que sé que no me voy a cansar de recomendar. «La frontera lleva su nombre» de Elena Moreno Scheredre publicado por Grijalbo es una novela de madres e hijas, de amor y de guerra, pero también es una novela de frontera.

«La frontera lleva su nombre» trenza la vida de cuatro mujeres de una misma familia. Todas ellas llamadas Esperanza, todas ellas con penas en el alma. Desde 1913 hasta nuestros días, el amor se muestra como hilo conductor de una historia que recorre tres conflictos, dos mundiales y uno civil, y las heridas que cada uno dejó en todos los que lo sufrieron.

«La frontera lleva su nombre» rescata una historia silenciada, la de las “golondrinas”, las mujeres de los valles pirenaicos de Aragón y Navarra que durante casi 100 años emigraban a Francia entre los meses de octubre y mayo para coser alpargatas. Una historia para mí desconocida que me ha sorprendido. En muchos casos eran mujeres jóvenes que viajaban solas con un desconocimiento total de lo que se iban a encontrar. Jóvenes que antes de regresar a su hogar gastaban en Francia su salario comprando todo lo necesario para conformar su ajuar.

Podemos decir que nos encontramos ante una novela coral donde cada una de las Esperanza nos aportan algo. Muy distintas entre sí. Todas fuertes, todas con sus motivos y sus luchas. Realmente no sabría con cual quedarme porque cada una tiene sus motivos para hacer lo que hizo, para tomar sus propias decisiones. Esperanza, la bisabuela, es la golondrina de nuestra historia, el inicio de la historia. La abuela “Perla” fue una niña rebelde e inquieta, quizá su vida sea la que más me ha marcado, la que más me ha hecho reflexionar. La madre “Espe” decide entregarle a su hija el día de su boda unas cartas que cuentan el final de una historia familiar y por último tenemos a la narradora de la historia, que tras recibir esas cartas decide contarnos la historia de sus predecesoras, está decidida a escribir una novela basada en las mujeres de su familia, la de sus Esperanzas.

La autora nos lleva a los valles del norte, lugares preciosos que vivieron el terror de la guerra y donde sus jóvenes tenían que huir para poder ganarse la vida. De entre todos los paisajes que recorremos hay un punto clave en esta historia que es el campo de Gurs, situado entre Oloron y Mauléon fue construido para refugiar a combatientes y voluntarios de las Brigadas Internacionales pero que al comenzar la Segunda Guerra Mundial fue empleado como campo de concentración donde reclutar a los judíos.

Es mi primer acercamiento a la prosa de la autora y tengo que decir que me ha cautivado, una prosa excelente, llena de matices, evocadora y que con gran sutileza nos va detallando detalles y más detalles de la vida de estas cuatro mujeres que no os dejará indiferente.

En definitiva, «La frontera lleva su nombre» es una novela maravillosa de la que he disfrutado su lectura, cada detalle, cada historia, una novela protagonizada por mujeres todas ellas fuertes, luchadoras, valientes e inteligentes que no tuvieron una vida nada fácil. Os la recomiendo.