La memoria de los justos
“No hay mayor condena que una memoria confundida”
EDITORIAL:Cosecha Negra
PÁGINAS: 352
GÉNERO: Negro
FECHA RESEÑA: 25 noviembre, 2024
Empezamos colaboración con la editorial Cosecha negra ediciones teniendo la oportunidad de reseñar “La memoria de los justos”, novela escrita por el cartaginense Juan A. Pérez. A pesar de ser diplomado en publicidad y marketing, Juan A. Pérez no tardó en dar rienda suelta a su afición literaria haciéndose valedor en 1999 del premio Villa de Fuente Álamo de relatos cortos con su trabajo “Diecinueve días”. Posteriormente, bajo seudónimo “Jan Alan” publicó en 2007 su primera novela titulada “El Apóstata”, a la que posteriormente siguieron “El Apóstata II”, “Creo que estoy muerto”, “Malicia”, “El testamento de Atlantia”, entre otras. Actualmente pertenece a la AESCT (Asociación de escritores de Cartagena) y a la UNEE (Unión Nacional de Escritores de España).
Aviso a navegantes, “La memoria de los justos” es una historia compleja que cuenta con muchos personajes, muchos escenarios, una cronología dilatada en el tiempo y dos tramas separadas por sesenta y cuatro años que harán que el lector tenga que mantenerse en todo momento atento para no perder el hilo de la novela.
“La memoria de los justos” está narrada, esencialmente, en dos tiempos y en dos lugares diferentes.
Por lo que respecta al pasado, nos trasladamos al año 1954 para situarnos en un pueblecito de la provincia de Murcia llamado Corvera. En esta trama seguiremos las andanzas de una pandilla de niños de la época (Carmen, Elena, Cándido, José, Felipe y Cuco) que, tras regresar de excursión por el monte, descubren que María, una niña con síndrome de down a la que habían invitado de manera inesperada a la excursión, no ha vuelto a su casa.
En 2018, la Inspectora Lucía Alcaraz, recibe la inesperada y sorprendente llamada de Ricardo Segado, teniente de la Guardia Civil de Cartagena, informándole de que su madre Carmen Celdrán, quien padece demencia, ha desaparecido durante la noche de la Residencia El Paraíso donde lleva ya tres años internada sin que nadie haya visto nada y sin que las cámaras de vigilancia tampoco hayan grabado nada.
Lucía, a pesar de que caso recae en la Guardia Civil de Cartagena, tiene la necesidad vital de involucrarse en la investigación con el teniente Segado para descubrir qué ha pasado con su madre.
Lo que ya de por sí resulta extraño, es decir, la desaparición de una persona mayor de una residencia de la tercera edad sin que nadie sepa nada, va adquiriendo tintes macabros y descorazonadores cuando, uno tras otro, van descubriéndose en distintas ciudades los cadáveres de los amigos de la infancia de la madre de la inspectora Lucía Alcaraz (Elena, Candido, José, Felipe y Cuco).
La investigación se pone en marcha, pero conforme avanza, van surgiendo muchas más incógnitas por resolver llevando a nuestros investigadores a pensar que el origen de las extrañas muertes actuales se encuentra en la desaparición de María en 1954 en Corvera.
Así pues, en “La memoria de los justos” el lector se va a encontrar con una desaparición sin resolver en el año 1954, un grupo de amigos y hermanos que comienzan a desaparecer sesenta años después y un sospechoso que tuvo que abandonar el pueblo.
En “La memoria de los justos”, ambas tramas están narradas casi en su totalidad en primera persona por madre e hija, por lo que son estas dos protagonistas femeninas las que soportan sobre sus hombros el peso de la novela y de la investigación.
Juan A. Pérez ha realizado un gran trabajo de campo recorriendo los lugares que salen en la novela para elegir los escenarios apropiados además de mantener entrevistas con personas de que vivieron la época lo que aporta a la novela un mayor realismo y verosimilitud.
“La memoria de los justos” ofrece una reflexión sobre la memoria, el por qué recordamos algunas cosas y otras quedan en el olvido o deformamos su recuerdo, te enseña que la culpa siempre regresa a la memoria cuando tocas la tecla adecuada, de ahí que en esta novela juegue un papel esencial la huidiza memoria y la venganza.
También es cierto que durante la novela hemos encontrado algunas erratas recurrentes consistentes en la diferencia de trato entre los personajes.
En cualquier caso, “La memoria de los justos” ofrece dos tramas interesantes y bien desarrolladas donde no faltan giros inesperados que mantendrán la intriga durante toda la novela para llevar a un final bien resuelto (aunque un poco precipitado) por Juan A. Pérez.
Os invitamos a que leáis “La memoria de los justos” ya que, según parece, continuará la saga de la inspectora Lucía Alcaraz.
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PUes no pinta nada mal. No la conocía así que la tendré en cuenta.
Besotes!!!