La soledad del perro

Empezamos el mes de julio que es sinónimo de verano, vacaciones, relax y como no también de tiempo para leer sin prisas, a tu aire y disfrutando del momento. Por eso me paso para contaros mis impresiones del último libro que he leído «La soledad del perro» de Julio César Cano editado por Maeva. He aprovechado estos días para leerlo ya esta semana tengo club de lectura con el autor para poder comentar la novela y es mucho mejor tenerla reciente.

«La soledad del perro» es la sexta entrega de la serie protagonizada por el Inspector Bartolomé Monfort que tienen como escenario la provincia de Castellón. En este nuevo caso tenemos como elemento principal la exposición que se lleva a cabo en el Casino Real de Castellón del famoso cuadro de Goya Perro semihundido. Una exposición que ha sido posible gracias al empresario Carlos Sorlí que, misteriosamente desaparece el mismo día que el cuadro llega a Castellón. A partir de este momento entra en acción el Inspector Monfort y sus compañeros para intentar resolver el misterio y todas las muertes y enigmas que rodean a este famoso cuadro.

Los que ya somos avezados lectores de esta saga estamos siempre expectantes de la llegada de una nueva entrega y de reencontrarnos con Monfort. Monfort no es un policía cualquiera, es un tipo inteligente, listo al que nada se le escapa y que tiene ese olfato innato para encontrar las pistas necesarias a seguir con el fin de resolver los casos por muy complejos que parezcan. Por lo que estamos ante una novela policiaca pero que no sigue los cánones establecidos ya que aquí no encontrareis los típicos procedimientos policiales aquí solo vale el buen hacer de Monfort, Redó y todo el equipo para resolver una trama bastante compleja.

Los giros que aparecen permiten que nos mantengamos en alerta, que nos planteemos preguntas acerca de lo que está ocurriendo y de que no nos falten las ganas de seguir leyendo para llegar hasta el final de la historia donde todas las dudas quedarán resueltas. Mientras tanto la novela sigue la estructura habitual de la saga donde siempre se entremezcla una trama del pasado con la actual, ambas se leen en paralelo y en un punto convergen para que los lectores vayamos adivinando donde está el punto de unión de ambas historias.

Como siempre Monfort nos lleva de paseo por la provincia de Castellón, aunque la trama transcurre principalmente en la ciudad viajamos hasta Vilafranca para reencontrarnos con su padre ya que además de la trama del cuadro de Goya también hay un accidente con consecuencias nefastas a mano de un conductor kamikaze algo que trae dolorosos recuerdos a Monfort. La gastronomía es otro habitual en la saga y es que Monfort sabe como nadie disfrutar de una buena mesa por lo que os aconsejo no leer la novela con mucho apetito.

Julio César Cano muestra una gran solvencia en esta novela, su buen hacer, su pluma brillante y las subtramas que se entremezclan con la trama principal para que el lector busque e intente averiguar lo ocurrido son marca de la casa y en esta ocasión lo vuelve a demostrar. Así que si todavía no has descubierto esta saga no tardes en empezar a leerla que seguro que disfrutas su lectura y si ya lo conoces sigue leyendo a Monfort es acierto seguro.