El juego del mal

Desde que en el blog de “Libros que hay que leer” Laky propuso esta lectura conjunta sabía que este libro era para mí, es cierto que ya había leído al autor y me había gustado pero la sinopsis de este libro me llamaba mucho la atención, así que, aunque no fui agraciada en el sorteo para su lectura conjunta decidí comprarme el libro y leerla junto a los compañeros. Ahora llega el turno de dejaros mis impresiones de «El juego del mal» de Marcos Nieto Pallarés editado por Newton Compton Editores.

Estamos en La Moraleja en 2018 donde aparece el cadáver de una joven vestida con ropas de muñeca, su rostro está irreconocible y sus huellas no constan en ninguna base de datos. Ha aparecido con una marca con forma de M en una de sus orejas que llama poderosamente la atención al inspector de homicidios Álvaro de la Torre que junto a su compañera Elsa Bermejo serán los encargados de la investigación.

Estamos ante una novela negra, un thriller que mantiene al lector expectante en todo momento, con unos buenos personajes y una trama muy bien hilada que nos lleva del presente al pasado para ir uniendo todas las piezas que encajan a la perfección.

El autor va dando voces a los investigadores a sus pensamientos más íntimos y a sus circunstancias personales porque el caso toca de lleno a uno de ellos y por eso todo se vuelve más visceral, más cargado de sentimiento y mucho más reflexivo. Porque si hay algo que destacaría de esta historia es que nos lleva a recapacitar a plantearnos nuestras actuaciones, nuestras palabras y ese poder de influencia que tenemos con los niños en edades tempranas.

Como he dicho el pasado tiene una notable importancia en la trama, lo que hacemos en el pasado marca nuestro futuro y siempre estamos a tiempo de rendir cuentas, pero no a cualquier precio, eso es lo que les pasa a algunos de nuestros protagonistas. Otro tema también interesante es el tema de la homosexualidad y su forma de tratarlo en aquella España de los años 80, esa falta de libertad y el tratarlo como una enfermedad marca sin duda los pasos de los que lo sufren en silencio.

El lenguaje empleado por el autor es sencillo con abundantes frases hechas y refrenas típicos del sur, lugar donde pasa parte de la trama. Los capítulos son cortos que facilitan la lectura y con un ritmo constante que no decae en ningún momento y con algún giro que te hace mantenerte en alerta hasta la resolución del caso.

En definitiva, «El juego del mal» es una historia con pasajes duros y escalofriantes que nos enseñan la importancia de la infancia, el poso que los padres dejamos sobre nuestros hijos y su influencia para un futuro. Una novela ágil, bien contada, con buenos personajes a los que no me importaría volver a reencontrarme en otro libro y con una trama sólida y bien llevada que no dejará indiferente al lector.