La bibliotecaria

El libro que traigo hoy es «La bibliotecaria» un título que me llamó la atención solo verlo en las novedades editoriales del mes de octubre. Tenía claro que acabaría leyendo este libro de Salley Vickers porque todos los libros que hablen de libros, librerías, bibliotecas…me gustan.

Estamos en 1958 y una joven llamada Sylvia decide mudarse a un pequeño pueblo rural inglés para hacerse cargo de la biblioteca infantil. Pero allí no todos estarán dispuestos a aceptar los nuevos aires con los que Sylvia quiere cambiar las antiguas tradiciones. Pero esto no le intimida ya que ella tiene claro el papel que la lectura puede tener en sus vidas especialmente en la de lo más jóvenes.

Sylvia tiene muchas ilusiones y empieza a trabajar con muchas ganas, empezando a seleccionar libros y títulos interesantes y descartando aquellos que están obsoletos y no son aptos para la lectura infantil. Esta selección de lecturas topará con la oposición de algunos vecinos que la catalogan como una joven demasiado liberal. A pesar de todo, Sylvia seguirá luchando por lo que más ama: los libros y sus enseñanzas.

Si hay algo que tengo claro es que mi pasión por la lectura viene desde bien pequeña, y guardo con gran cariño aquellos libros que en mis primeras etapas me sumergieron en este mundo tan apasionante y maravilloso. Por este motivo «La bibliotecaria» me ha parecido una lectura entrañable y el personaje de Sylvia me ha fascinado. Ese afán por conseguir que los jóvenes accedan a la biblioteca y esa oportunidad que les brinda para hacerse con sus primeros libros es digno de admirar.

En «La bibliotecaria» vamos a encontrarnos con una gran selección de libros de los que nos va contando algo su protagonista, pero esta novela es también una novela de amor. De amor por los libros y de ese amor, en este caso, complicado que llamará a la puerta de Sylvia.

La forma de narrar de su autora es sencilla, con un tono bucólico, con gran sensibilidad nos va contando lo que acontece en este pueblo y cómo sus habitantes actúan en función de aquello que quieren conseguir y siguiendo sus propias ideologías.

Hay personajes entrañables de los que te enamorarás, sobre todo, de algunos niños que ayudados de Sylvia descubren los libros y ésta les ayuda a entender como la lectura puede moldear sus vidas. Pero también hay otros personajes que odiaremos, que actúan motivados por la venganza y por unas ideas antiguas que no ayudan a prosperar a nada ni a nadie.

Nuestra protagonista se verá rodeada de multitud de chismes y acusaciones alrededor de su persona que no serán ciertas, pero ya se sabe que en un pequeño pueblo esto es muy habitual.

El final del libro me ha sorprendido y fascinado a partes iguales, es un pequeño tesoro que su autora ha querido dejar y que hace que esta obra sea redonda. Os animo a todos a que le deis la oportunidad a «La bibliotecaria», una novela de metaliteratura y enseñanzas, pero también de amor, aventuras y enredos con un toque infantil que hace que algunos de sus personajes se queden con nosotros para siempre.