La ceguera del cangrejo

“La ceguera del cangrejo” es la última novela del escritor canario Alexis Ravelo, una de las voces más estimulantes del panorama actual de la novela negra española. Para todos aquellos que todavía no conozcáis a este magnífico escritor debemos apuntaros que Alexis Ravelo ha dedicado gran parte de su obra literaria a la novela negra y criminal, afianzándose en este género, lo que le ha llevado a ganar premios tan importantes como el premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón con "La estrategia del pequinés" o el Valencia Negra de 2015 por "Las flores no sangran".

En “La ceguera del cangrejo”, su protagonista Ángel Fuentes, militar destinado en la Posición 4.28 para vigilar la Blue Line entre el Líbano e Israel, recibe, mientras permanece en el frente, la triste noticia de que su novia, Olga Herrera, ha fallecido tras sufrir un absurdo accidente que la llevó a despeñarse sobre las rocas que se encontraban a los pies de un acantilado de la isla volcánica de Lanzarote. Olga y Ángel no estaban casados por lo que sus mandos no le concederán a Ángel los permisos oportunos para abandonar su posición para poder asistir al funeral de su novia.

Olga era una joven historiadora del arte que se encontraba trabajando en la bibliografía de la figura de Cesar Manrique, artista conejero que alcanzó fama mundial como pintor, escultor, arquitecto, conservador de monumentos y ecologista, configurador de paisajes y jardines cuyo nombre siempre estará ligado a Lanzarote. Alexis Ravelo convierte a Cesar Manrique en un personaje más de la novela a quien iremos conociendo poco a poco a través de las notas y referencias que recopila Olga para su obra. Cesar Manrique aplicó su ingenio y magia para convertir lugares recónditos en verdaderos paraísos que se adelantaron a los tiempos. Luchó ferozmente, cuando aún no se hablaba de turismo sostenible, para defender a ultranza el entorno y la naturaleza agreste de Lanzarote. Cesar Manrique no le debía nada a nadie siendo una figura incorruptible cuya relevancia tanto nacional como internacional le permitirá enfrentarse, de igual a igual, a la mafia especuladora de la construcción y al crecimiento urbanístico descontrolado que proliferaba en los años ochenta en la isla. La presencia de Cesar Manrique en la novela es continua y se convierta casi en esencial para entender la trama.

Siendo que este año 2019 se celebra el centenario del nacimiento de Cesar Manrique, Alexis Ravelo aprovecha “La ceguera del cangrejo” y homenajea a Manrique en su libro, desplaza la trama a los distintos escenarios relacionados con la obra del artista y repasa la carrera del mismo, incluida su lucha contra la corrupción y los que querían hacer de Lanzarote un complejo turístico lleno de hormigón con el que atraer en masa a los turistas del todo incluido.

Volviendo con el hilo de “La ceguera del cangrejo”, Ángel Fuentes, preso de la gran pena que le ha supuesto la pérdida de la mujer a la que amaba y con un gran sentimiento de culpa por no haber podido estar presente en el sepelio de su novia, decide pasar su duelo por Olga viajando a Lanzarote para recorrer y visitar aquellos lugares donde estuvo los últimos días antes de fallecer.

Olga, ya había revisado el borrador de su libro y tenía prácticamente finalizada la biografía de Cesar Manrique a falta de hacer unas últimas comprobaciones, es por ello que a Ángel Fuentes no acaben de cuadrarle las extrañas circunstancias en las que falleció su novia por lo que tratará de buscar respuestas que den una solución más verosímil a su muerte. Siguiendo las carpetas, documentos y notas que Olga fue recopilando durante su trabajo, Ángel tratará de reconstruir las últimas semanas de su vida. Sin embargo, Ángel pronto descubrirá que no se encuentra solo en sus paseos y visitas a los lugares más emblemáticos de la isla. Alguien le sigue. ¿Tendrá Ángel razón y la muerte de Olga no fue un mero accidente? ¿Qué pudo descubrir Olga antes de caer por el acantilado?¿Quién tendría interés por mantener ocultos secretos del pasado?

Siendo que nuestro protagonista, Ángel Fuentes, es un militar un tanto rudo falto de cierta cultura artística, de su mano, tanto él como el lector irá aprendiendo y conociendo datos de la figura de Cesar Manrique. Del mismo modo, de la mano de un narrador omnisciente iremos recorriendo y conociendo Lanzarote, sus paisajes, sus lugares más y menos conocidos así como las historias que rondaban alrededor del artista. La isla de Lanzarote, sus rincones y sus paisajes juegan un papel destacado en la trama.

En “La ceguera del cangrejo” encontraremos personajes bien construidos que nos contarán muchas cosas pero que también nos ocultarán secretos. La novela cuenta con una prosa muy bien cuidada y elegante donde Alexis Ravelo aprovecha para emplear continuos “canarismos” que introduce tratando de acercar al lector a la cultura isleña.

Alexis Ravelo es uno de los escritores españoles punteros en la literatura criminal que siempre dice y narra cosas que incomodan, dejando en todas ellas una clara lectura política y social al remarcar la existencia de distintas clases social o como él califica, decentes o indecentes.

“La ceguera del cangrejo” es una lectura ágil, con capítulos cortos y buenos diálogos que hace que su lectura sea muy rápida, debemos advertiros que la primera mitad de la novela tiene un ritmo bastante tranquilo de lo que sería de esperar (seguramente será porque en las islas se tiene un ritmo más relajado) donde las piezas del tablero se van colocando muy poco a poco en su sitio.

Que complicado es hacer una novela homenaje y que el argumento negrocriminal se aguante con el mismo interés e intensidad durante toda la novela y eso es precisamente lo que consigue Alexis Ravelo en “La ceguera del cangrejo”, debiendo finalizar esta reseña recomendando su lectura sin ningún tipo de dudas.