La isla de Alice

La isla de Alice es la novela finalista del Premio Planeta de 2015, es la primera novela para adultos de Daniel Sánchez Arévalo, director de cine y guionista.

La protagonista de esta historia es Alice, una mujer con una aparente vida normal, casada, con una niña de seis años y otra en camino. Sin embargo, todo se trunca una noche en la que le anuncian, tras una llamada de teléfono, que su marido, Chris, ha tenido un accidente de tráfico y ha fallecido.

Alice descubrirá que la carretera en la que Chris tuvo el accidente no era donde debería estar. A partir de este momento toda la vida de Alice gira en torno a descubrir porque su marido no le dijo la verdad.

El otro personaje indiscutible de esta novela es Olivia, la hija de seis años que aporta mucha vitalidad. Olivia es una niña muy madura para su edad, ocurrente, imprevisible, original, un punto divertido en medio de tanta tensión.

La isla de Alice es un libro denso, narrado en primera persona por su protagonista, carece de diálogos lo que hace que, en ocasiones, el desarrollo de la trama sea largo al igual que muchos párrafos del mismo.

La novela tiene un inicio increíble, que te atrae y hace que quieras continuar leyendo sin soltar el libro, pero llega un momento en el que la calidad literaria va diluyéndose.

Alice demuestra a lo largo de todo el libro un gran instinto de superación y de sacrificio. En algunos momentos es difícil imaginarse un personaje como tal en la vida real.

Hay un toque que se podría decir de “surrealismo” en el comportamiento casi obsesivo de Alice, en su búsqueda incondicional por averiguar la verdad de Chris. Esto resta mucha credibilidad a la historia, lo que hace que el lector no se sienta cercano a la protagonista.

Otro punto que hace que la lectura de la novela sea densa y pesada en algunos tramos es cuando el autor describe, uno a uno, a todos los personajes de la Isla, hay muchísimos personajes, que hace que al lector le resulte imposible acordarse de quien es quien, demasiada información, innecesaria totalmente.

Un aspecto positivo es la imaginación desbordante de Daniel; los personajes, las descripciones de los lugares…demuestra que hay una gran labor para así hilvanar la trama de la historia.

La Isla de Alice es un libro entretenido, que en muchos momentos puede atrapar al lector pero, no se puede esperar giros inesperados de la historia, es más bien una narración lineal. Debes dejarte llevar por su protagonista, adentrarte en la Isla, recorrerla de su mano como si de un lugar mágico se tratara. Disfrutar la historia paso a paso ya que el final no es lo mejor del libro.