Los lobos no piden perdón

Cuando entréis en la librería y tengáis en vuestras manos “Los lobos no piden perdón”, lo primero que vais a leer es el comentario que Juan Gómez-Jurado le dedica a este thriller. Desde ese momento, ya no podréis escapar, permaneciendo enganchados a la novela creada por Miguel Conde-Lobato hasta su final. A pesar de ser el primer libro que escribe este profesional de la publicidad, pronto descubriréis que os encontráis ante una novela totalmente diferente, y todo apunta a que será su consagración en el mundo literario de nuestro país.

Si sois lectores de thrillers o novela negra, coincidiréis con nosotros que en todas ellas, desde el principio hasta el final, nos rompemos la cabeza tratando de localizar las pistas que nos permitan descubrir quién es el asesino o culpable en la trama, sin embargo, en “Los lobos no piden perdón” nos vamos a encontrar con un panorama totalmente distinto ya que desde el principio, sabremos quién es el asesino pero, ¿cuáles son los motivos que le han llevado a cometer esos crímenes?

La novela comienza con un suceso impactante que deja totalmente conmocionada a la sociedad española: Onofre Castro, secretario de Estado de justicia, ha sido detenido por el brutal asesinato de siete mujeres. Onofre Castro, está dispuesto a firmar una confesión pero, haciéndose valedor de su posición política y del conocimiento jurídico y legal de la situación, le impondrá a la jueza instructora del caso una serie de estrictas condiciones, entre ellas, que únicamente se entrevistará con el periodista Carlos Wolverine, a quien la jueza deberá permitir y autorizar su continuo acceso a la cárcel de Teixeiro.

La noticia pillará totalmente por sorpresa al periodista en cuestión. Carlos Wolverine es un periodista freelance ansioso por conseguir un contrato fijo en el “Crónica”, periódico para el cual trabaja escribiendo artículos.

La exigencia de Onofre Castro se convertirá en la oportunidad que toda la vida ha estado esperando Carlos Wolverine, lo que le otorgará una enorme relevancia social, poniendo patas arriba su vida. No obstante, Carlos Wolverine pronto descubrirá que las entrevistas con Onofre Castro no discurren por los derroteros que él esperaba, lo que le llevará a abordar sus artículos desde otro punto de vista y que generarán un caliente debate entre la sociedad española.

“Los lobos no piden perdón” está narrada en primera persona a través de Carlos Wolverine, lo que provocará que el lector se meta en la cabeza del protagonista llevándole a cuestionar, pensar y reflexionar acerca de los temas y debates que Miguel Conde-Lobato propone en su novela, algo muy poco habitual en este tipo de novelas negras.

“Los lobos no piden perdón” está dividida en cincuenta y nueve capítulos cortos que, a su vez, están integradas dentro de cuatro partes que, junto con la maravillosa prosa que maneja Miguel Conde-Lobato le otorgan a la novela un ritmo muy rápido que os permitirá devorarla en pocos días.

Como ya hemos dicho antes, “Los lobos no piden perdón” es una novela diferente, brillante e impactante que no dejará indiferente a ninguno de sus lectores dada la temática y los debates sociales y personales que plantea, haciendo que Miguel Conde-Lobato se convierta en uno de los escritores a seguir en un futuro muy inmediato.

Sin ningún tipo de dudas, tenemos que recomendaros la lectura de “Los lobos no piden perdón” ya que es una novela que, estamos seguros de que os sorprenderá y gustará a partes iguales.

Agradecer a la Editorial que nos haya hecho llegar un ejemplar de esta novela para su lectura y reseña en el blog.