No es mío

Lo que se suponía que iba a ser el parto normal de una preciosa niña en un hospital privado se transforma en una cesárea de urgencia en un hospital público de mala reputación con el alumbramiento de un bebé prematuro, Toby. Sasha Moloney, una patóloga australiana de 37 años, sabe por su experiencia profesional que es fácil cometer errores en un hospital. Tras dar a luz, se despierta en una habitación de hospital algo desubicada y totalmente sola dado que no puede contactar con su marido Mark. Tiene el presentimiento de que algo va mal. Intuye que ha dado a luz a un niño cuando estaba esperando la llegada de su deseada Gabrielle. En esta situación de desamparo, nuestra protagonista se enfrentará a unas horas de confusión intentando recomponer lo sucedido para tratar de darle sentido a la situación que está viviendo. Lo último que recuerda es que ella y su marido detuvieron su coche para atender a un canguro que yacía en mitad de la carretera.

Cuando Sasha acude al nido a conocer a su pequeño, enseguida se da cuenta algo: está convencida de que el niño de la incubadora no es su bebé. Ella, insiste una y otra vez, que ha tenido que haber un error. Está segura que se ha producido un cambio o confusión de bebés. No es inhabitual que algunas madres recién paridas rechacen a sus bebés y sufran depresión post-parto. Ante la insistencia de Sasha, la psiquiatra Karla Niles optará por internarla en la unidad materno-infantil del hospital, es decir, en un área del pabellón psiquiátrico del hospital. Los doctores, su padre e incluso su marido Mark, quien afirma que no se han separado de su hijo desde que nació, no la creen. Nuestra protagonista únicamente contará con el apoyo incondicional de Bec, su mejor amiga, la cual se encuentra en Reino Unido, a muchos kilómetros de allí. Todas estas circunstancias no harán que Sasha ceje en el empeño de encontrar a su hijo, y para ello está dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para dar con su bebé.

Dado que casi toda la historia está narrada por Sasha en primera persona, viviremos con ella los duros días que pasará en el hospital tras el parto así como también seremos partícipes de sus miedos, dudas, pensamientos más íntimos y personales, su entorno, su pasado y especialmente, la figura de su madre que marcó fuertemente su infancia y de quien tiene un recuerdo totalmente distorsionado. No obstante, de la mano de Mark, su marido, iremos mediante flashbacks descubriendo como se conocieron, lo que él sintió cuando le pidió matrimonio así como otros momentos igualmente importantes de sus vidas que nos ayudaran a comprender mejor su historia como pareja.

“No es mío”, narrado en un lenguaje sencillo y directo que hacen que su lectura sea rápida y ágil, es un thriller psicológico que transcurre en muy pocos días donde cada capítulo comienza señalando el día y hora en que nos encontramos. Esto ha hecho que en algunas partes, el libro se me ha hecho un poco lento, lo cual me ha permitido empatizar mejor con la sensación de agobio, desazón y preocupación que tiene Sasha.

La historia cuenta con muy pocos personajes y a pesar de ello, la escritora logra que sospechemos de todos sin saber con certeza quién dice la verdad, quién miente y quién esconde algún secreto. Personalmente, tengo que decir que he dudado de todos, he intentado sin éxito resolver el misterio y hasta he llegado a cogerle algo de manía a la protagonista. Estas continuas dudas han sido lo que más me haya gustado del libro dado que en ningún momento se veían las cosas claras y he llegado a hacerme muchas conjeturas.

De este libro destacaría como la escritora Susi Fox aborda el tema de la maternidad, sacando a relucir el duro camino que a veces conlleva el querer tener un hijo. Tratando temas como la infertilidad, de la cual poco se habla y está más presente de lo que pensamos; de cómo estas dificultades pueden afectar a la vida y estabilidad en pareja; de la obsesión en que puede llegar a convertirse querer quedarse embarazada y no conseguirlo.

Recomiendo la lectura de este libro porque, dependiente del nivel de empatía que el lector tenga con la historia y la protagonista, cada uno de vosotros verá las cosas de una manera u de otra y pasará por diferentes estados o incluso aceptará algunas cosas mejor que otras, ya que psicológicamente lo que lees da para mucho.