No hay luz bajo la nieve

Hoy os traigo mi opinión acerca del libro «No hay luz bajo la nieve» que es la segunda novela del escritor Jordi Llobregat que llega tras el éxito que tuvo con su anterior obra “El secreto de Vesalio” que no tuve la oportunidad de leer en su momento y que espero hacerlo en breve.

La estación de esquí Vall de Beau en el Pirineo es la infraestructura para la candidatura conjunta a la que optan España y Francia para celebrar los Juegos Olímpicos de invierno. En una de sus piscinas aparece el cadáver de un hombre con los párpados cosidos con alambre.

La subinspectora Álex Serra no está pasando un buen momento personal ni profesional, tras un incidente en el que disparó a un compañero durante una persecución se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico debido a los ataques de pánico que padece y, por este motivo, está temporalmente alejada de su trabajo.

La aparición del cadáver hará que la subinspectora Álex Serra tenga que enfrentarse a los fantasmas de su pasado ya que el lugar donde el cadáver es hallado está muy cerca del pueblo donde Álex pasó su infancia y nadie como ella conoce esas inhóspitas montañas.

Álex contará con la ayuda del teniente francés Jean Cassel para resolver este caso. Pero este será solo el primero de los crímenes a los que se tendrán que enfrentar.

Jordi Llobregat ha conseguido crear una trama potente que va a más en cada momento, una trama enrevesada, compleja, como si se tratase de un ovillo del que vas intentando tirar del hilo para ver si desenrollas todo hasta llegar a ver que es lo que nos quiere contar, ya que hay momentos en los que no sabes como unir todas las piezas pero, claro todo tiene sentido y Jordi acaba encajándolo todo de forma magistral.

Un libro en el que hay traumas infantiles, secretos familiares, escenas impactantes, asesinatos ejecutados de forma macabra…y todo esto intercalado con las narraciones de una niña judía que en los capítulos titulados “El diario de Raquel” nos va relatando cómo huyó de Francia atravesando los Pirineos.

Los lectores contamos con la ayuda de un narrador omnisciente quien desde fuera y enfocando a los diferentes personajes nos cuenta los entresijos de la historia para que cada uno vayamos haciendo nuestras cábalas acerca de lo que está ocurriendo, pero en mi caso he disfrutado tanto con su lectura que me he dejado llevar de la mano de su autor para ver hacia donde me quería conducir.

Una mención importante tengo que darle a la ambientación de la novela. Su autor consigue trasladarnos a esas montañas desde el sofá de nuestra casa, un lugar frío, lúgubre, silencioso, que te atrapa y que te hace sentir cada momento de manera única. Sin usar descripciones demasiado tediosas, solo las justas y necesarias, consigue situarnos en los escenarios de la novela.

También encontramos elementos históricos en «No hay luz bajo la nieve», retazos de la Segunda Guerra Mundial, las famosas Colonias Industriales que surgieron en la zona a mediados del siglo XIX donde sus trabajadores pasaban todo el día a cambio de un lugar donde dormir y algo de comida, y también los búnkeres construidos en lo que se conocía como la línea P, una barrera defensiva para evitar que los Aliados entrarán en el territorio español.

En esta novela pasado y presente confluyen de forma magistral para mostrarnos la envidia, ira, lujuria, soberbia, gula, avaricia y pereza que algunas personas poseen.

Jordi Llobregat teje magistralmente una serie de personajes y situaciones que desconciertan al lector, que hace que nos planteemos dudas y que no sepas muy bien hacia donde conduce la historia.

Hablar de su narrativa es hablar de un estilo cuidado, pulcro, por muchas puntadas que vayamos encontrando en la narración nada quedará sin hilvanar, sin atar. Cualquier pequeño detalle tiene su importancia y su significado dentro de esta trama compleja.

Te recomiendo que te adentres en la lectura de «No hay luz bajo la nieve» y que te dejes llevar por sus personajes, por sus escenarios y poco a poco vayas disfrutando de un libro, que si te gusta la novela negra, no te puede defraudar.

Agradecer a la Editorial Destino que nos haya hecho llegar un ejemplar del libro para su lectura y reseña en el blog.