Un café con…Jordi Llobregat

Hemos tenido la suerte de poder compartir un café con el escritor Jordi Llobregat, donde hemos hablado acerca de su última novela “No hay luz bajo la nieve” y de muchos otros temas en torno a los libros y la literatura.

Para los que no conozcáis a nuestro escritor de hoy os contaremos que Jordi Llobregat es valenciano y compagina su trabajo con el amor por la literatura lo que le ha llevado a publicar dos novelas, “El secreto de Vesalio” en el año 2015 con un éxito rotundo en cuanto a críticas y ventas y vuelve este año con “No hay luz bajo la nieve” publicada por la Editorial Destino y que está teniendo una muy buena acogida por parte del público.

Jordi es también director del certamen Valencia Negra que es un festival de género negro que se celebra en la ciudad de Valencia durante el mes de mayo.

Después del gran éxito que cosechó tu primera novela, El secreto de Vesalio, la cual ha sido traducida a 19 idiomas, ¿te ha resultado más difícil sentarte delante de la página en blanco? ¿Has sentido más presión?

Buena pregunta. La respuesta es afirmativa. Como escritor nunca eres tan libre como cuando escribes tu primera novela. Tras haber funcionado tan bien mi primera novela, cuando te pones con la segunda tienes miedo de decepcionar a alguien ya que fueron muchos los que leyeron la anterior y escribieron cosas maravillosas acerca de ella. Por todo, cuando encaras tu segunda novela te sientes responsable, pero eso no ha hecho que cambie mi escritura, aunque sí que costara más escribir cada palabra.

– El auge del género negro en los últimos años está dando lugar a la creación de muchos festivales de literatura negra como el que tu diriges, Valencia Negra, ¿crees que estamos ante una generación literaria que marcará una época?

Tanto como eso, no lo creo. Se escribe mucha novela, pero no toda de calidad. Desde luego hay un auge de escritores de género negro en toda España. Antes leíamos estos libros de autores extranjeros, sin embargo, ahora hay muy buenos escritores españoles y esto ayuda a la creación de festivales. Sin autores los festivales no tienen sentido.

– “No hay luz bajo la nieve” es el título de tu última novela, ¿cómo eliges el título?

Elegir el título de una novela me resulta un trabajo muy arduo y duro, es como ponerle el nombre a un hijo que ya tienes. Al principio pongo algún nombre, pero nunca es el definitivo. El título es algo muy importante. En este caso, “No hay luz bajo la nieve” lo elegí ya al final, cuando ya teníamos la portada.

– ¿Cómo llegas a esta historia?, ¿Es algo que llevabas dentro? ¿De dónde viene la inspiración?

Inicialmente, la inspiración me vino de una fotografía de unos seminaristas que ocupaba toda una pared de un antiguo convento/seminario. Me quedaba embobado mirándola porque en las miradas de esos jóvenes veía unas expresiones totalmente reales, no sabían mentirle a la cámara, es decir, no es como ahora que todos mentimos ante una cámara, esos chicos mostraban una comunicación no verbal muy marcada y quise saber más de esos jóvenes. Además, estaba visitando colonias industriales, estaba en el Pirineo y quería escribir sobre la montaña, un lugar que me encanta…podríamos decir que esto fue la llama inicial.

– No hay luz bajo la nieve es una novela poliédrica desde el punto de vista de varios personajes los cuales van dejando algunas pistas para que el lector las vaya uniendo, en definitiva, una historia con muchas ramificaciones que imagino habrá tenido que estar muy bien planificada para que todo encaje de la forma tan fantástica como lo hace.

En mi caso la planificación es fundamental, de hecho, paso la mitad del tiempo con la estructura de la novela. Tengo que reconocer que “No hay luz bajo la nieve” es una novela con una estructura muy compleja donde el reto reside justamente en que el lector no se dé cuenta de ello, como si fuera una falla donde tú ves solo la parte exterior, pero nada de lo que hay en su interior, lo importante es que no se note. A mí me gusta tratar a los lectores como inteligentes, por eso he montado un puzle, una historia de piezas que luego encajan.

– La novela tiene siete partes como siete son los pecados capitales, ¿de dónde nace la idea?

El tema de la culpa y el pecado me interesa mucho. Hablar de pecados capitales te lleva a Dante, pero la idea era salirse de lo que ya estaba escrito. Me he documentado y he leído mucho acerca de este tema.

– La novela combina además de la trama de suspense, elementos históricos, como la línea P de búnkeres, las colonias industriales…imagino que detrás de todo esto hay una gran labor de documentación ¿te gusta más el proceso de documentación o de escritura?

Son diferentes. El proceso de documentación es muy bonito porque te permite la posibilidad de visitar espacios e investigar sobre temas que te llamen la atención. No obstante, hay que controlar el tiempo que le dedicas porque puedes divagar mucho y alejarte del tema que realmente estás investigando. La parte documental a veces puede ser sencilla, tiene una parte de investigador que puede ser atractiva. Me gustan las dos cosas.

– Hablando de los personajes, Álex Serra es un personaje que me ha encantado, con todos los matices que tiene: persona con un conflicto interno, ataques de pánico, un pasado complicado, ¿podremos conocer más de ella en otras entregas?

Yo creo que sí, más que nada porque como personaje todos pueden continuar, pero necesito que me motiven, y cuando creé a Alex pensé en ella como un personaje de largo recorrido y para ello tenía que crearlo como tal, pero, evidentemente, depende de que los lectores quieran saber más del personaje para que funcione.

– La ambientación en esta novela podríamos decir que es un personaje más ¿conoces personalmente los lugares en los que se desarrolla la novela? ¿Por qué los has elegido?

La montaña yo la trato como un ente en general, con la idea de que sea un personaje más, como afecta a los personajes, como los remueve…la montaña es un entorno que en realidad humanizamos, pero hay que ir con cuidado con ella.

– El hecho de que las protagonistas de la historia sean mujeres, Álex y Raquel, ¿te ha supuesto una mayor complejidad o un reto más grande que si hubiera sido un hombre? ¿Llevabas mucho tiempo pensándolo?

Lo difícil siempre es crear un buen personaje, ese es el reto, da igual que sea hombre o mujer. Desde hace tiempo quería escribir con mujeres protagonistas, me atraía mucho ya que quería ver si era capaz de ello. Lo cierto es que, de jovencito, me aburrían las conversaciones de mis amigos entonces me rodeaba siempre de mujeres porque sus conversaciones me atraían más.

– “No hay luz bajo la nieve” es una novela negra o un thriller, ¿qué autores de este género te sirven de referencia?

A mí me gustan las buenas historias y por tanto soy lector de todos los géneros. Hay unos cuentos de Rosa Montero que me encantan, y posiblemente, aunque no sea thriller puedo coger algo de ahí. Autores que leo continuamente: Stephen King, Nesbo, Fred Russell, John Connolly…

– Ahora que la novela ya lleva un tiempo en las librerías, ¿qué feedback has recibido por parte de los lectores? ¿Lees las críticas que se hacen? ¿Te sientes bien tratado por la crítica?

Con respecto a estas preguntas, un consejo muy bueno sería no leer nada. Necesitamos protegernos tanto de lo malo como de lo bueno. No obstante, si tienes redes sociales es difícil no recibir información, además de que tienes curiosidad por ver si ha gustado. Personalmente, estoy abrumado por el cariño que estoy recibiendo de las personas a las que les ha gustado, es fantástico.

– Para los que no conocen todavía tu novela, ¿qué destacarías de ella? ¿Por qué el lector debería elegirla?

¡Uff qué pregunta! Hay muchos y muy buenos libros en el mercado, estaría bien que eligieran este porque de entre lo que hay en el mercado es diferente. Creo que me ha salido bastante bien, se lo van a pasar bien y van a descubrir cosas que no conocen.

– ¿Qué estás leyendo ahora?

Me estoy leyendo lo último de Dolores Redondo porque la presento el día 19 en Valencia. Siempre llevo varios libros a la vez, estoy con el último de Jo Nesbo, tengo en la mesita uno de Rosa Montero, unos cuentos de Jack London y me llegó hace unos días el último libro de Gellida. Además, siempre leo a Roald Dahl a quien considero que se tiene que leer si uno quiere ser escritor.

 

Por último, agradecer a Jordi Llobregat el prestarse a pasar un rato tan agradable en nuestra compañía y compartir unos momentos increíbles hablando de libros.

 

 

5 comentarios
  1. Mercedes
    Mercedes Dice:

    Qué café más completo, el libro está genial y seguro que disfrutaste escuchando al autor contar cosas del libro, me ha encantado vuestra entrevista!!!

    Responder

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