Audio reseña “¡Shhh!”

Esta semana os traemos la audio reseña de un libro infantil muy divertido y didáctico se trata de ¡Shhh! escrito por Fred Paronuzzi con ilustraciones de Mariana Ruiz Johnson y editado por Takatuka.

                                                                                                      AUDIO RESEÑA

¿Alguna vez te has parado a pensar en todos los sonidos que escuchamos a lo largo de un día de nuestra vida? Ahora tendrás la oportunidad de acompañar a nuestra figura protagonista durante su rutina diaria —en casa, camino de la escuela, en la escuela y de vuelta a casa— y escuchar con ella todos esos sonidos tan familiares a los que muchas veces nos cuesta ponerles nombre. ¿Un libro sin palabras? Casi, pero no del todo, puesto que las únicas palabras que encontrarás en este libro son onomatopeyas o interjecciones.

Este curioso libro invita a que los más peques de casa interactúen de forma sencilla y divertida con lo que nos rodea. Nos vamos trasladando a diferentes escenarios que nos va planteando el autor desde la habitación de nuestra casa, lo que nos encontramos de camino al colegio, los juegos que comparten los niños en el patio, la siesta, la piscina… en cada uno de estos lugres encontramos personas, interactuamos con ellas, realizamos actividades y todo ello conlleva la emisión de sonidos. Estoy segura de que muchas veces no somos conscientes de todos los sonidos que nos rodean los que emitimos los humanos, los animales al comunicarnos entre nosotros y los sonidos provenientes del ambiente en el que nos movemos motivado por las actividades que realizamos.

La gran ventaja de usar onomatopeyas es que a los niños les resulta divertido y puede romper con la monotonía de un texto algo largo o difícil de comprender. Las historias que se pueden inventar con las onomatopeyas son infinitas y pueden ser muy divertidas y creativas. Os animo a inventar una imitando los sonidos y los gestos que hacen los animales, disfrutaréis niños y grandes.

Al imitar todos estos sonidos no solo estamos estimulando la memoria y atención del niño, sino también sus órganos fonoarticulatorios que intervienen y se mueven o ajustan para emitir un sonido, en especial mientras se divierte y habla.

Al final del libro podemos encontrar un glosario de onomatopeyas que aparecen en el álbum y algunas equivalencias. Una experiencia que en casa hemos disfrutado y seguimos haciendo ya que recurrimos muchos días a su lectura. Así que, ya sabes, ¡utiliza las onomatopeyas para estimular el lenguaje de los niños!

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