…Julio César Cano

En esta ocasión hemos compartido “Un café con…” Julio César Cano. Para los que no lo conocéis todavía ejerció durante varios años como músico y mánager de grupos. Como autor, es conocido tanto por sus ensayos y artículos sobre gastronomía y viajes como por sus novelas y relatos, entre ellos «Cocina, carretera y manta» y «Hojas de otoño». «Flores Muertas» es la cuarta investigación del inspector Monfort, que sigue a la de «Asesinato en la plaza de la Farola» «Mañana, si Dios y el diablo quieren» y «Ojalá estuvieras aquí» que fue premiado con el Galardón Letras del Mediterráneo en 2017. La serie de libros protagonizada por el Inspector Monfort tiene como escenario lugares emblemáticos de la provincia de Castellón.

                          

  • Con “Flores muertas” van ya cuatro las ocasiones en las que el Inspector Monfort vuelve a las calles de Castellón, ¿en qué momento decidiste crear a este personaje?

Antes de las novelas protagonizadas por el inspector Monfort ya había publicado otros libros en los que la ambientación era parte esencial de las tramas. Fueron novelas situadas en Alemania, Inglaterra, Holanda, el Pirineo o el norte de Navarra.  Creí que faltaba una historia ambientada en el lugar donde ahora vivo. Como asiduo lector de novela negra creí que debía atreverme a escribir sobre lo que me gustaba leer. Y empecé a pensar en una novela negra o policial ambientada en Castellón y su provincia. Un reto para que los lectores de todo el país pudieran conocer esta tierra a través de un personaje concreto. Y así nació el inspector Monfort y sus colegas con Asesinato en la plaza de la farola. Luego MAEVA se interesó por el personaje y poco a poco llegamos a donde estamos ahora.

  • Durante estos cuatro libros la evolución del Inspector ha sido notable ¿en qué ha ido cambiando?

Creo que los personajes que perduran en distintas entregas deben crecer en el tiempo igual que los lectores o yo mismo como autor. Pese a que las novelas son autoconclusivas y que se pueden leer en un orden aleatorio, los personajes crecen, maduran, envejecen; sus vidas paralelas en cuanto a los casos que deben resolver son importantísimas en mi forma de escribir. No tendría lógica que los personajes no cambiaran su manera de hacer y de vivir. Monfort ha dejado de ser aquel policía visceral y descarado de la primera novela. Ha madurado, ha cambiado su lugar habitual de trabajo de Barcelona a Castellón, su madre ha muerto, su padre está enfermo, el recuerdo de su esposa fallecida trágicamente pesa pero los sentimientos cambian con el tiempo. Y así con el resto de personajes de las novelas que confieren un grupo en el que el transcurso de sus vidas cotidianas, al margen de su profesión, es de vital importancia para la serie.

  • Como punto de unión de tus novelas diremos que en todas hay una parte de denuncia de lacras que hay en la sociedad ¿por qué?

Hay varios aspectos de denuncia que son comunes en las cuatro novelas. Quizá el más importante sea la envidia: aquello que mueve los hilos en tantas ocasiones y que provoca grandes males en nuestra sociedad. Muchas veces, los escritores de novela negra denunciamos casos execrables que pese a ello son habituales, pero a mí me gusta buscar la raíz del mal, el origen, y de la misma manera que el amor y el dinero mueven el mundo, la envidia es una lacra que carcome y corroe a los seres humanos hasta convertirlos en malas personas.

  • Antes de iniciar una novela Julio es de los escritores que se planea absolutamente todo, ¿cómo son los personajes, las ubicaciones que vas a emplear, el principio, el final o vas improvisando sobre la marcha?

Antes de empezar a escribir hago un trabajo exhaustivo de investigación sobre la idea que quiero plasmar. Planeo casi todo: los personajes, la ambientación y sobre todo el principio y el final, pero es verdad que en muchas ocasiones los personajes crean situaciones inesperadas, de manera que toman caminos por los que me dejo llevar totalmente. Esa es una de las cosas con las que más disfruto a la hora de escribir, cuando veo que adquieren vidas propias que ni yo mismo había imaginado y que forman situaciones inesperadas que provocan giros en la trama. Es muy divertido que sea así.

 

  • ¿Tienes algún referente en la literatura a partir del cual empezaste a sentir ese hormigueo en el estómago y te lanzaras a escribir o siempre has escrito?

Me encantaba escribir redacciones en el colegio. Luego escribí letras para canciones, que era una forma genial de resumir en pequeños textos aquello que sentía. La lista de referentes literarios sería muy larga, pero creo poder decir que fueron las novelas de Julio Verne o de Arthur Conan Doyle las que provocaron el hormigueo que citas.

  • Con tu anterior novela “Ojalá estuvieras aquí” conseguiste el Galardón Letras del Mediterráneo, ¿qué supuso para ti?

Recibir un galardón como reconocimiento a que lo escrito provoque que el turismo hacia nuestra provincia gane adeptos es una sensación genial. Yo escribo novelas ambientas en nuestra provincia que tienen proyección a nivel nacional. Cuando alguien de cualquier punto de España visita Castellón por las novelas de Monfort, es cuando encuentro el mayor de los reconocimientos. El Letras del Mediterráneo fue un premio muy especial para mí. Ojalá vengan nuevos premios, trabajaré duro para que así sea, pero este tendrá siempre un lugar destacado en mi corazón.

  • Podemos decir que el Inspector Monfort es un policía de los de antes, un tipo chapado a la antigua, pero un buen tío, ¿qué hay de su autor en su protagonista?

Su amor por la música, su afición por la buena mesa y por los buenos vinos, y poco más. Monfort es un tipo peculiar, un policía que cree que cuando los que son como él ya no existan la gente los echará de menos. Monfort es una persona con un corazón enorme, con grandes sentimientos. Leal y fiel a los suyos hasta las últimas consecuencias. Un hombre que odia la mentira y la hipocresía.

  • Por otra parte, nos encontramos a Silvia Redó, una mujer que es el contrapunto a Monfort, pero que se llevan muy bien, ¿te ha costado mucho meterte en el papel de Silvia para poder plasmar su parte más sensible?

Antes me preguntabas qué había en mí del inspector Monfort. Pues bien, te diré que si hay un personaje en el que puedo reflejarme de mejor manera esa es Silvia Redó, el contrapunto de Monfort. Ella es quien, pese a todo, le marca el camino, le guía y le sirve de timón en tantas ocasiones. Me encanta escribir el papel de Silvia Redó, sacar de ese personaje femenino toda la sensibilidad es un reto que me atrae muchísimo como escritor. Personalmente te diré que es uno de mis personajes más queridos, tanto o más que el propio inspector.

  • Todas tus novelas tienen un denominador común que es la capacidad de poder transportar al lector, sin moverse del sofá, por cada una de las ciudades protagonistas de tus novelas, se nota que eres un gran amante de la gastronomía ya que los recorridos para comer que realiza el Inspector Monfort nos deja a todos con ganas de visitar esos sitios. ¿es así? ¿los conoces todos?

Solo escribo sobre lugares que he visitado en alguna ocasión. Sobre el tema gastronómico procuro ir a los restaurantes citados en las novelas antes de que me conozcan, escribir sin ningún tapujo, que luego se enteren de que he escrito sobre ellos, no antes. Algunos ya son habituales en las novelas. Soy muy feliz cuando en algún restaurante me comentan que han tenido que ampliar las existencias de algunos platos porque los clientes quieren aquello que siempre pide el inspector Monfort o que en cierto hotel hay personas alojadas que han ido atraídas por las novelas. Me gusta leer historias en las que la ambientación es real, poder visitar los lugares citados en el libro, ya sean pueblos, ciudades, monumentos, hoteles, bares o restaurantes. Transportar al lector sin moverse del sillón de lectura es mi máximo cometido como autor, la meta a seguir, el destino final. Eso es todo lo que persigo.

  • ¿A la hora de escoger un libro para leer, Julio abandona su zona de confort?

No tengo zona de confort para leer. Escribo novela policial, pero no leo únicamente novela negra o policial. Soy un lector sin etiquetas, me encanta leer y releer las obras de Jane Austen, por ejemplo. Leo a muchos autores que poco o nada tienen que ver con el género que escribo.

  • ¿Qué te ha proporcionado el contacto con los lectores, ya sea en presentaciones de libros, en clubs de lectura, en festivales, ferias…?

Los lectores son la razón de ser de aquellos que escribimos, sin ellos nada tendría sentido. Yo mismo soy lector antes que escritor, por supuesto. El contacto con los lectores es primordial, saber lo que piensan es importantísimo para mí, con ellos se aprende mucho todos los días. Cada lector ve el libro de una forma distinta a otro, y todos los puntos de vista son esenciales y enriquecedores. Completamente necesarios.

  • En “Flores muertas” nos dejas al Inspector Monfort totalmente al borde del abismo y a la subinspectora Redó en estado de shock ¿qué va a pasar con tus protagonistas?

El tiempo dirá qué va a pasar con ellos. Me gusta decir que son inmortales, que sus vidas están en mi cabeza y que si los lectores quieren perdurarán en el tiempo.

  • Nos puedes adelantar algo de tu nuevo proyecto.

Actualmente estoy trabajando en lo que será la quinta entrega de la serie del inspector Monfort. No puedo adelantar mucho ya que estoy en los primeros pasos del proyecto, pero sí diré que será una novela sorprendente, distinta a las demás, con la intención de que el lector no pueda abandonar su lectura desde las primeras páginas. En eso pondré todo mi empeño y cariño durante los próximos meses. Espero conseguirlo.

 

Ha sido un placer compartir este ratito con Julio C. Cano y conocer algo más acerca de sus libros. Gracias por tu cercanía y tu tiempo y esperamos tus lectores con muchas ganas la siguiente entrega del Inspector Monfort. Muchas gracias!!

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