No es tiempo de peros

Empezamos semana con la reseña de «No es tiempo de peros», tercera parte de la trilogía de David Jiménez “El Tito” cuya lectura he compartido con mis compañeras de Soy Yincanera. Te animo a que leas un divertido post de la presentación del libro en Castellón, publicado en el blog de Carmina “De tinta en vena”.

Conocí a David en el Club de lectura de Cosas & Musas y allí tuve la oportunidad de hablar largo y tendido sobre su ópera prima «Muertes de sobremesa». El año pasado salió a la venta la segunda parte de las aventuras del inspector Marcial Lisón y evidentemente cayó en mis manos «Inspector Solo». En esta tercera entrega David ha demostrado que su capacidad de crecimiento como autor no tiene límites. Enhorabuena!

Después del final trepidante del anterior libro, «No es tiempo de peros» nos presenta a una Zoe que para nada es ya la policía tímida, introvertida, dócil y a un Marcial que ni tan siquiera es ya policía. Ambos han pagado muy caro sus trabajos al margen de la ley, su lucha incansable y todo ello les ha pasado factura. Ahora deben luchar por un mismo objetivo pero lo harán por separado aunque ambos saben que se necesitan el uno al otro para poder encontrar a “El Cazador”. De esta forma Marcial y Zoe bajarán a los suburbios de Cartagena para poder esclarecer algunos de los muchos flecos que quedan pendientes.

David ya contó que esta historia nació como una trama larga pero que se vio obligado a acortarla y de esta forma surgió la trilogía. Después de haber leído la saga completa, el autor indica que se puede leer de forma independiente y no voy a ser yo quien le contradiga pero que yo, sí que aconsejaría que se leyera de forma ordenada, porque tanto «Muertes de sobremesa» como «Inspector Solo» tienen una gran importancia en esta tercera parte.

En «No es tiempo de peros» nos encontramos con una narración fluida, de carácter intimista en ocasiones y con un lenguaje impecable, cuidado y exquisito. David ha conseguido crear una trama que engancha, perfectamente planteada, desarrollada y resuelta.

Como en las anteriores novelas los personajes son magníficos y les hemos ido acompañando en su progreso en especial a Zoe, que ha sufrido una gran metaformosis. Marcial se ha convertido en “El personaje”, policía atípico que muy bien no sabemos si amar u odiar porque a lo largo de toda la lectura de esta trilogía hemos ido pasando de un lado a otro, un personaje creado con rotundidad, soberbio y que sólo es capaz de sacar su lado más humano en presencia de su inseparable galga, Sola, que evidentemente se convierte, de nuevo, en un personaje más.

La novela contiene todos los ingredientes claves de una buena novela negra: corrupción, secretos, policías corruptos, prostitución…David hace una critica muy sutil sobre temas de calado social, político y económico.

Por medio de un narrador omnisciente vamos acompañando a Marcial por la ciudad de Cartagena, tierra natal del autor, protagonista de todas sus novelas. Las descripciones de los escenarios son impecables, pasamos por numerosas zonas de la capital, recorremos sus calles y sus bares y también conocemos zonas de dudosa reputación.

En definitiva, «No es tiempo de peros» es un genial broche de oro para la historia de Marcial y Zoe, una historia que ha ido en aumento exponencial desde «Muertes de sobremesa» hasta la última entrega, en la que podemos felicitar a David por su gran labor, porque ha creado una novela magistral, con unos grandes personajes que permanecerán en la historia de la novela negra. Desde libros por doquier os recomendamos la lectura de la trilogía completa y ya estamos con ganas de ver como este autor nos sorprende en su próxima obra.

Agradecer a la iniciativa Soy Yincanera y a la Editorial por haberme hecho llegar un ejemplar de la novela para su lectura y reseña en el blog.