El segundo jinete

“El segundo jinete” es el debut literario de la escritora austriaca Daniela Larcher, más conocida por su pseudónimo Alex Beer. Esta joven autora ha publicado un buen número de narraciones, utilizando unas veces su nombre de pila y otras su sobrenombre literario. En el año 2017, Alex Beer con la publicación de “El segundo jinete” se hizo con el Premio Leo Perutz de ficción criminal, galardón otorgado a la mejor novela en lengua alemana, lo que la convirtió es la más popular de las escritoras austriacas de novela negra. “El segundo jinete” es la primera entrega (y esperemos que no sea la última) que llega a España de la saga protagonizada por el August Emmerich. Hemos disfrutado de esta lectura gracias a Masa Crítica de Babelio

Con “El segundo jinete” su autora Alex Beer nos traslada a la Viena de 1919, un año después de la finalización de la Primera Guerra Mundial. Austria es uno de los países que ha salido mal parado de la guerra por lo que Viena es una ciudad derrotada y hundida en la miseria. No hay para comer, no hay para calentarse, no hay trabajo para los “afortunados” que no murieron en el conflicto. Alex Beer retrata a la perfección la grave situación social que se vivía en aquella época en Viena, por lo que de la mano del protagonista de esta historia el lector visitará asilos para vagabundos faltos de plazas para responder a la elevada demanda, conocerá la miseria reinante en las calles y los sacrificios que tenía que hacer la gente mendigando o vendiendo su cuerpo y compañía a cambio de unas cuantas monedas. Como os podréis imaginar, la ambientación juega un papel fundamental en la novela convirtiéndose casi en un personaje más.

“El segundo jinete” tiene como protagonista principal a August Emmerich quien recibirá en todo momento la inestimable colaboración de su ayudante Ferdinand Winter, constituyendo una pareja bastante antagónica. August Emmerich, antiguo soldado que participó en la Primera Guerra Mundial, ocupa el cargo de Inspector de Sección de primera clase del cuerpo de policía de Viena y se encarga de resolver delitos “menores”. Su sueño es trabajar en Homicidios pero no lo tiene fácil ya que la guerra le dejó secuelas en una pierna que trata de ocultar a toda costa. Emmerich es el típico sabueso, con mucha experiencia y fuerza de voluntad que cuando encuentra una pista la sigue hasta el final aunque sus superiores se lo prohíban. Emmerich es el reflejo claro de la situación por la que pasaba la ciudad de Viena, es un hombre que trata de sobrevivir, luchando día a día por conseguir medicamentos y comida. Ferdinand Winter, por el contrario, pertenece a la antigua aristocracia vienesa muy venida a menos y vive en una gran casa con su abuela. Winter es el típico policía novato que no ha visto nada de la guerra, al que le impresionan los cadáveres y que tiene mucho que aprender del oficio, eso sí, ganas no le faltan.

Como ya hemos avanzado, August Emmerich se dedica a perseguir asuntos de escasa enjundia dentro del cuerpo de policía como es el contrabando. La escasez de comida, medicamentos y carbón hace que prolifere el robo de oro, joyas y objetos de valor para conseguir estos bienes de primera necesidad. Será durante la vigilancia y persecución de Veit Kolja, el jefe de una banda de contrabandistas, cuando Emmerich y Winter descubrirán en un bosque el cadáver de un vagabundo. Los primeros análisis indican que se ha suicidado llevado por la desesperación y la pobreza. Emmerich desconfía de esa versión dado que el fallecido es un antiguo combatiente de la guerra y, guiado por su intuición, y contraviniendo las órdenes de sus superiores decide a toda costa investigar el caso. Poco a poco nuestra pareja de policías descubrirá más cadáveres y confirmarán que sus sospechas no estaban desencaminadas. De esta manera se inicia una apasionante historia por las calles, los parques, los tugurios y las alcantarillas de una Viena poblada de seres marginales, delincuentes y ciudadanos agobiados que tratan de sobrevivir en medio de la pobreza, la adversidad y las enfermedades.

Alex Beer se sirve de un narrador omnisciente para desarrollar “El segundo jinete”, una novela que combina a la perfección la narración con el diálogo haciendo que el libro tenga y mantenga un buen ritmo. La novela está dividida en cuarenta y un capítulos cortos, más un epílogo y un posfacio.

“El segundo jinete” cuenta con una muy buena trama policial donde todo está perfectamente hilvanado además de contar con unos giros argumentales que consiguen mantener la intriga y la tensión narrativa durante toda la novela. Los personajes están muy bien estructurados, tanto los principales como los secundarios, de tal manera que conoceremos muchos aspectos personales de la vida de nuestros personajes.

Por si os quedara alguna duda acerca de su lectura, indicaros que “El segundo jinete” cuenta con una trama cuyo caso se cierra perfectamente en esta novela abriendo la puerta a los próximos y venideros casos que tendrá que resolver nuestro Inspector August Emmerich en las próximas entregas.

“El segundo jinete” es una magnífica novela policíaca muy bien escrita, rápida, adictiva, misteriosa y con grandes giros que mantiene la tensión en todo momento para llegar a un final sorprendente que estamos seguros de que os encantará.

Con esta reseña participo en el reto "Escenarios de novela negra" en el Nivel "Lite Mochilero: Viena"