Los inocentes

María Oruña, “piano piano”, “novela tras novela” se está convirtiendo en la nueva reina del noir español. María Oruña es una abogada laborista que, durante su descanso por maternidad y tras llevar más de diez años ejerciendo, decidió iniciarse en la escritura literaria mediante un libro pensado para ayudar a quienes sufriesen acoso laboral. Tras esto, decidió compaginar su profesión con el arranque de la serie "Los libros de Puerto Escondido" conformada por “Puerto escondido” (2015), “Un lugar a donde ir” (2017), “Donde fuimos invencibles” (2018), “Lo que la marea esconde” (2021), “El camino del fuego” (2022) y “Los inocentes” (2023). Es autora también de “El bosque de los cuatro vientos” (2020), libro independiente de la saga que está ambientado en su Galicia natal porque, por raro que parezca, todas las novelas pertenecientes a la saga de "Los libros de Puerto Escondido" se encuentran ambientadas en Cantabria. Las novelas María Oruña han sido traducidas al alemán, al francés, al italiano y al catalán, entre otros idiomas.

Como ya habréis podido averiguar, “Los inocentes” es la sexta entrega de la serie "Los libros de Puerto Escondido". A pesar de que cada una de las entregas cuente con un misterio independiente del resto y de que sean autoconclusivos, siempre recomendamos comenzar la lectura de la saga por su inicio para conocer desde sus orígenes a sus personajes y así poder ver su evolución.

Como no podía ser de otra manera, en “Los inocentes”, Valentina Redondo, teniente de la guardia civil de la unidad de investigación judicial de Cantabria y su equipo deberán enfrentarse a un crimen masivo e inexplicable que tiene lugar en el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo (un santuario de aguas termales, cuyo manantial, desde el siglo XVIII, era conocido y valorado por muchos debido al poder terapéutico de sus aguas).

Valentina Redondo se encuentra descansando en su día libre y ultimando los preparativos de su inminente boda a dos semanas vista cuando recibe una llamada urgente informándole de un atentado contra un grupo de empresarios que se encontraba en el Templo del Agua del Balneario de Puente Viesgo disfrutando de un circuito termal. Las primeras pruebas indican que las víctimas han sido atacadas con una peligrosísima arma química, gas sarín. Ante la envergadura del caso y sus posibles implicaciones, Valentina habrá de colaborar con los compañeros de la UCO, pues el uso del gas como instrumento de muerte requiere unidades especializadas. ¿Se trata de un atentado terrorista?¿Existe alguna relación entre el grupo de empresarios?¿Quien tiene la capacidad y medios suficientes para perpetrar un atentado de semejantes características orquestado al milímetro y ejecutado a la perfección?

Todos los indicios apuntan a que el atentado ha sido cometido por un cerebro hábil y cruel que ha puesto en marcha una maquinaria infalible, ejecutando cada uno de sus movimientos con extraordinaria frialdad. Sin embargo, tras unir recursos, experiencia y conocimientos, Valentina, junto con el equipo de la UCO, no tardarán en descubrir quién se encuentra detrás de este crimen tan macabro, pero una cosa es ser el autor material, y otra saber quién es el responsable de los mismos.

Habiéndonos presentado ya al ejecutor de este atentado, María Oruña nos permitirá conocer de la propia mano del asesino su modus operandi y su historia personal, lo que hará que el lector se acerque a este criminal de forma más íntima conociendo sus reflexiones. A partir de ese momento, el lector comenzará a leer de forma paralela la trama y el modus operandi del asesino y la investigación, por lo que, en todo momento, el lector tendrá más detalles y conocimiento sobre el atentado que la propia teniente Redondo.

Sin duda alguna, Valentina sabe que se enfrenta a un crimen que desafiará y cambiará su perspectiva de las cosas y de la vida para siempre. El atentado en el Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo le llevará a recuerdos de otros tiempos; tendrá que enfrentarse a su pasado más temido y oscuro; volverá a abrir heridas que pensaba, ilusamente, estarían cicatrizadas.

Como no podía ser de otra manera, el lector se va a reencontrar con los personajes de sus anteriores entregas: el capitán Caruso, el subteniente Santiago Sabadelle, el agente Zubizarreta, la agente Marta Torres y el equipo de la doctora forense Clara Mújica. Sin embargo, a este respecto debemos decir que, desde nuestro punto de vista, los personajes están un poco estancados, dándole únicamente algo de frescura la figura de Sabadelle.

Destacar que todos los capítulos están encabezados con citas de alguno de los clásicos del género que le proporcionarán al lector pistas de las que poder tirar para avanzar en deducciones junto con las de la teniente, como si de un juego de astucia se tratara.

“Los inocentes” cuenta con una trama bien hilvanada y ágil donde el lector va a encontrar una muy buena investigación policía y más acción que en las anteriores entregas para llegar a un final trepidante que pondrá el corazón del lector en un puño.

Resumiendo, en “Los inocentes” el lector se va a enfrentar a una novela donde va a encontrar sicarios a sueldo, empresarios poderosos, redes de empresas fantasmas, atentados con gases nucleares de destrucción masiva, luchas de poderes, la crudeza de la naturaleza humana y muchos giros de tuerca que impedirán a lector averiguar quien es el verdadero artífice del macabro crimen perpetrado en el maravilloso Hotel Balneario de Puente Viesgo.