Promesas de arena

“Promesas de arena” es la primera novela de Laura Garzón, escritora cuya vida profesional ha estado más ligada a la redacción y creación de anuncios publicitarios, a pesar de haber escrito varios cuentos infantiles. Al igual que nosotros, muchos de vosotros habréis conocido la novela de “Promesas de arena” gracias a su reciente emisión en TVE, sin embargo, debemos deciros que Laura Garzón ya consiguió en 2015 con esta novela el Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal.

A través de los ojos y la narración en primera persona de Lucía, Laura Garzón nos transporta con “Promesas de arena” hasta la Franja de Gaza, donde permanece latente el conflicto bélico y político entre israelíes y palestinos. Laura Garzón aprovecha muy bien su faceta publicitaria para enganchar al lector con la primera frase de la novela: «Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte. Tú casi nos matas a mí y a tu hijo, pero eso no me hizo más fuerte, solo más insensible». ¿Quién puede resistirse ante este comienzo?

Lucía es una joven de veinticuatro años que acaba de terminar la carrera y, junto a otros jóvenes voluntarios, decide viajar a un campo de refugiados de Palestina para cooperar con una ONG durante seis meses. Todos ellos llegan cargados de buenos propósitos, enormes ganas de trabajar y ayudar en todo lo posible a los necesitados pero pronto se darán cuenta que, por mucho que hagan y se esfuercen, no podrán cambiar la situación existente en la zona. La vida en la Franja de Gaza es extrema rozando los límites de la supervivencia. Lucía y sus demás compañeros se deberán enfrentar a un trabajo durísimo en un campo de refugiados donde escasean los suministros de comida y medicamentos para los necesitados sin contar que están en medio de un conflicto del que, en ningún caso, están a salvo. Todo ello pondrá a prueba su estabilidad emocional y aguante físico, siendo muy frecuente que una gran mayoría de los voluntarios deserten antes de alcanzar las tres semanas de cooperación en el campo de refugiados. Asistiremos también a los enfrentamientos y luchas internas existentes entre las tropas de Hamás y Al Fatah.

Sin embargo, en estas situaciones dramáticas donde los conflictos bélicos van mermando a la sociedad más vulnerable no sólo hay intereses altruistas, sino que siempre hay gente dispuesta a obtener un beneficio personal a cualquier precio. Es aquí donde toma especial protagonismo Hayzam Kenway, más conocido como El Halcón, un palestino de padre inglés, educado en diferentes países, con un carácter y una personalidad que cautiva, pero del que pronto descubriremos que no podemos fiarnos en absoluto.

Pero no todo lo que Laura Garzón tiene que contarnos mediante su novela son penurias y tragedias, sino que en “Promesas de arena” primará por encima de casi todo una tremenda historia de amor entre Lucía y Hayzam Kenway, cuya arrolladora pasión será capaz de ofuscar la mente lógica y racional de Lucía enamorándola hasta la locura haciéndola olvidarse conceptos culturales y morales que tan arraigados creía tener. No obstante, como no queremos engañar a nadie, debemos deciros que “Promesas de arena” es una novela de amor pero que se alejada de las novelas románticas ya que en su interior guarda grandes dosis de drama porque viviremos momentos que nos llevarán a reflexionar acerca de lo afortunados que somos por el mero hecho de haber nacido en una parte del mundo “ajeno” a conflictos militares y bélicos.

“Promesas de arena” no cuenta con una historia lineal, sino que está narrada en forma de flashbacks de manera que la autora le va dosificando al lector la información a base de saltos temporales. Esta ruptura de la línea temporal le permite a la autora jugar con la cronología de la novela para ir mostrándonos poco el argumento de la novela lo que contribuye a generar una gran intriga en el lector desde su comienzo.

“Promesas de arena” está desarrollada en 30 capítulos, todos ellos titulados y de muy corta extensión que junto con una prosa muy bien cuidada y fresca por la escritora hacen que sea una novela ágil, fluida, agradable y muy entretenida a pesar de que trate una serie de temas profundos sobre los que vale la pena reflexionar tales como la situación de la mujer en estos países, su sumisión al hombre, la ablación femenina, algunas de sus costumbres y ciertas prácticas que les son impuestas.

Si hay algo que destaca en “Promesas de arena” son sus protagonistas y la ambientación.

Lucía y Hayzam son los protagonistas absolutos de la novela, quienes centrarán casi toda vuestra atención, pero a su alrededor también encontraréis personajes cargados de peso como son: Fathia, la enfermera, una mujer fuerte, valiente y en la que Lucía encontrará una autentica hermana. Hamid, el médico del campo de refugiados, un hombre duro pero justo.

Las descripciones que Laura Garzón hace de la situación que viven los refugiados en la Franja de Gaza con sus peligros constantes, el conflicto bélico en el que se desarrolla la novela y las necesidades humanitarias son tan reales que hacen que nos sintamos leyendo una historia totalmente creíble y verdadera.

Por todo ello, os recomendamos la lectura de “Promesas de arena” y estamos seguros de que acabaréis devorando sus páginas en un par de sentadas en el sofá.