Todos nosotros

Volvemos a la carga con “Todos nosotros”, la cuarta novela escrita por Javier Menéndez Flores. A pesar de que sea su cuarta novela, Javier Menéndez Flores acumula ya una quincena de libros publicados así como también una larga trayectoria profesional como periodista cultural cuyos artículos y entrevistas han aparecido en cabeceras como Interviú, Rolling Stone y El Mundo. Igualmente destaca por haber escrito exitosas biografías de grandes figuras de la música española, entre las que cabe destacar la trilogía dedicada a Joaquín Sabina —“Perdonen la tristeza”, “En carne viva” y “No amanece jamás”—, el único volumen autorizado sobre el grupo Extremoduro, “De profundis”, “Lolita. Flores y alguna espina” y “Dani Martín. Soñar no es de locos”.

Con “Todos nosotros”, Javier Menéndez Flores nos presenta una trama ambientada en dos espacios temporales distintos que se desarrollan en Madrid. El primero en el Madrid de los años ochenta, del final de la Transición donde una democracia recién instaurada empieza a dar sus primeros pasos y, el segundo, en el Madrid del nuevo milenio, año 2002.

La novela comienza en el año 1981 con el atropello una madrugada, de una joven, desnuda, que al parecer huía de alguien. Tras realizarse la autopsia, se descubre que la chica ha sido maltratada y violada brutalmente durante su cautiverio. Al frente de esta investigación, el subcomisario José Carranza pondrá a los inspectores Diego Álamo y Roberto Guzmán, los cuales no pueden ser más diferentes entre sí. Roberto Álamo es de la antigua escuela, agente experimentado y veterano, con sus violentas costumbres permitidas por la dictadura, mientras que Diego Álamo trae nuevos aires y métodos proclamados por la nueva democracia, lo que supondrá más de un enfrentamiento entre ellos a la hora de trabajar. Cuando la investigación comienza a dar sus primeros pasos, pocos días después, se produce la desaparición de otras dos chicas, Ana Casado y Patricia Feijoo, entre 18 y 20 años. Parece que existe un patrón común entre las tres desapariciones: todas ellas fueron vistas por última vez al salir de un bar de copas del centro de Madrid.

Como ya os habíamos anunciado, “Todos nosotros” da un salto en el tiempo para trasladarse al año 2002 donde se desarrolla la segunda parte de la novela. En esta época encontramos a Diego Álamo ascendido a Subcomisario, al mando de la sección de delitos contra las personas de la UDEV. Diego, es alertado por el Inspector Mateo Suárez acerca de la desaparición de dos jóvenes en las inmediaciones de una discoteca situada cerca de la estación de Chamartín. A pesar de los veinte años transcurridos, la historia vuelve a repetirse y no puede ser una coincidencia. ¿Y si los secuestros de 1981 pudieran guardar relación con las recientes desapariciones? ¿Y si ha vuelto a actuar?

En 2002, Diego, tratando de disimular que se tratar de un caso personal y evitar preguntas incómodas de sus superiores, encargará la investigación de estas desapariciones a Sara Segura y Mateo Suarez, dos inspectores solitarios y sobresalientes, con procedencia y orígenes muy distintos, que acabarán compaginándose a la perfección.

Por si esto fuera poco, en ambas partes, el autor alterna los capítulos ofreciéndonos distintos visiones de la trama. En la primera parte, por un lado seguiremos la investigación de las chicas desaparecidas y por otro, asistiremos al calvario que sufren las chicas durante su encierro, capítulos muy cortos pero cargados de tensión, dolor y sufrimiento. Mientras que, en la segunda parte, continuaremos con la investigación pero nos meteremos de lleno en la cabeza del depredador.

En “Todos nosotros”, Javier Menéndez Flores centra la trama en la desaparición de jóvenes, argumento que, por muy recurrente que resulte, siempre acaba atrayendo la atención del lector. El hecho de ambientar la historia en dos planos temporales distintos le permite a Javier Menéndez Flores efectuar un recorrido por los sucesos y acontecimientos políticos que marcaron estos años (el auge y el ocaso de UCD, la llegada al poder de Felipe González) dotando a la novela de una mayor contexto y realidad.

Javier Menéndez Flores es un magnífico narrador y lo demuestra a las mil maravillas en “Todos nosotros”, valiéndose de un lenguaje muy acorde a la época y diálogos frescos e intensos que le confieren a la novela un ritmo vertiginoso.

“Todos nosotros” es una gran novela negra, de esas en las que los personajes están muy bien definidos, con sus defectos y sus virtudes, sus dudas, sus temores, sus ambiciones o sus pasiones y de los que se nutre Javier Menéndez Flores para profundizar en las relaciones personales y penetrar en lo más oscuro de la mente humana, retratando a la perfección a un villano, sin empatía y emocionalmente frío que no muestra sentimiento ni arrepentimiento.

“Todos nosotros” es una novela destinada a convertirse en uno de los mejores thrillers del año, cuya trama muy bien construida y creíble que engancha desde las primeras páginas, cuyo ritmo no decae en ningún momento manteniendo siempre en vilo al lector, para llegar a un desenlace perfectamente orquestado y un final que no deja nada al azar.