Vuelo 19

“Cuando estás en combate lo que realmente te preocupa no es tu país ni la razón por la que estás ahí, quien te preocupa es el que está a tu lado porque sabes que cuando empiece la lucha vas a depender de él y viceversa”.

Vuelo 19
5 / 5 Mi nota
Argumento5
Narrativa5
Final5
Info
AUTOR: Jose Antonio Ponseti
EDITORIAL:Suma
PÁGINAS: 512
GÉNERO: Histórica basada en hechos reales
FECHA RESEÑA: 16 mayo, 2019
Reseña

Jose Antonio Ponseti, conocido públicamente por su extensa carrera en el mundo de la radio, principalmente ligado a la Cadena SER con programas como “Efectos Secundarios”, “SER Aventureros” o “Carrusel Deportivo” se entrena en el mundo literario con su primera novela: Vuelo 19.

Esta magnífica historia comienza el día 5 de diciembre de 1945. Hace ya unos meses que la Segunda Guerra Mundial terminó y se aproximaban las primeras navidades en tiempos de paz. En el ambiente se respira tranquilidad y alegría.

La estación aérea naval de Fort Lauderdale ha programado para esa tarde la realización de un ejercicio de entrenamiento para cuatro jóvenes pilotos que están a punto de licenciarse. A las 13:45 horas, los cinco TBM Avenger que componían el Vuelo 19 al completo, estaban con los motores en marcha y listos para efectuar el último ejercicio antes de regresar a sus casas.

Sin embargo, Charles Taylor, el instructor de Vuelo 19 y máximo responsable del ejercicio, llegó con retraso. Teniente de la Marina de Estados Unidos, Taylor había participado en la Segunda Guerra Mundial como piloto del bombardero/torpedero TBM Avenger. Contaba con gran experiencia, más de 2.500 horas de vuelo, por lo que su única labor tras la finalización de la Guerra, consistía a los nuevos pilotos. Durante los días precedentes, Taylor se había mostrado intranquilo, reacio a volar, buscando excusas para no subirse a los TBM Avenger.

El famoso Vuelo 19 estaba compuesto por cinco pilotos, cuatro de ellos eran estudiantes con muy pocas horas de vuelo y otros nueve miembros de la tripulación. El quinto piloto era su instructor, Charles Taylor.

El ejercicio de entrenamiento que debían llevar a cabo era un vuelo rutinario consistente en navegación y práctica de bombardeo. Tenían que llegar a un punto concreto, soltar las bombas, virar hacia el noroeste y realizar un nuevo giro que los llevaría nuevamente hacia el suroeste, de vuelta a su base en Fort Lauderdale. La primera parte del Vuelo 19 transcurrió sin percances. Según las transmisiones de radio, los pilotos soltaron sus bombas en el lugar correcto, y continuaron hacia el este. Pero algo sucedió en el primer giro, perdieron la orientación, de manera que Taylor y pupilos, con su errónea maniobra, no se percataron de que se estaban alejando de la base. Al no conocer su verdadera posición, cualquier movimiento podía ser un paso en la dirección contraria a la deseada. Eso fue lo que aparentemente sucedió.

Ya en el aire, nuestros valientes muchachos se encontraron con la tormenta más severa del invierno, con lluvias torrenciales que dificultaban enormemente tanto el vuelo como la visibilidad y rachas de viento de más de 30 nudos que no fueron tenidas en cuenta a la hora de planificar el ejercicio de entrenamiento. A estas circunstancias tan negativas se añadió el hecho de que los Avenger únicamente tenían combustible y autonomía para permanecer volando hasta las 20:00 horas.

Conscientes de la situación límite a la que se enfrentaban y de las erróneas decisiones que hasta el momento había tomado el instructor del vuelo, varios de estos pilotos se sublevaron desobedeciendo las órdenes de Taylor. Cambiaron su rumbo de vuelo en busca de tierra firme. No le tenían miedo a un posible consejo de guerra, su prioridad pasaba por salvar sus vidas.

A partir de ese momento, todos los recursos gubernamentales existentes en la región se dedicaron a la búsqueda y rescate del Vuelo 19 pero nadie sabía dónde estaba el Vuelo 19. A pesar de la intensa búsqueda aérea y naval desarrollada durante una semana, nadie volvió a escuchar al Vuelo 19, y nadie volvió a ver los aviones o a sus pilotos. Por si no fuera ésta suficiente desgracia, a las 19:30, y ya de noche, despegaron los Training 32 y 49 en misión de rescate. Sin embargo, a los pocos minutos del despegue, el Training 49 también desapareció de los radares transformado en una enorme bola de fuego que cayó en el mar.

Así pues, el aciago día 5 de diciembre de 1945, cinco TBM Avenger y sus hombres, junto con los 13 miembros de la tripulación del Training 49 desaparecieron sobre el Atlántico.

La operación de rescate del Vuelo 19 que dispuso el Gobierno fue la operación más grande y masiva jamás desplegada en la historia de EEUU donde llegaron a participar 300 aviones entre Bahamas y Florida y más de 30 barcos pertenecientes a las Bases de Fort Lauderdale, Banana River, Port Everglades y Guardacostas de Miami. Sin embargo, no fueron capaces de encontrar nada del primer vuelo, ni del avión de rescate que fue en su búsqueda ni manchas de aceite ni cuerpos.

Tras este dramático suceso, se constituyó una comisión de investigación a fin de esclarecer las extrañas circunstancias que habían rodeado la desaparición del Vuelo 19. Sin embargo, con el paso del tiempo desde Washington se les exigió enviar un informe completo donde se señalara el nombre y apellido del culpable del fracaso más grande que había vivido la Marina, ya que era insostenible no saber que había pasado con 27 hombres y 6 aviones. En aquel entonces se concluyó que la desaparición del Vuelo 19 fue una tragedia accidental, una cadena de errores humanos y técnicos, que llevaron a los miembros del escuadrón del Vuelo 19 a amerizar sobre el pacífico, falleciendo, supuestamente, como consecuencia del choque con el agua, ahogados de cansancio, sed y hambre, o devorados por los tiburones.

Durante la guerra, eventos similares se habían registrado por docenas, en todos los mares e incluso sobre tierra. En condiciones normales, la desaparición del Vuelo 19, hubiese sido una más entre muchas. Pero a alguien le llamó la atención, y ese alguien publicó en 1950 un artículo que serviría como acta de nacimiento a uno de los más grandes mitos del siglo XX: el Triángulo de las Bermudas.

La historia del Vuelo 19 es una realidad, a día de hoy, repleta de incógnitas y silencios que el periodista deportivo y escritor, José Antonio Ponseti, ha llevado a la ficción tras un largo trabajo de investigación de cinco años.

Sin duda, el Vuelo 19 es un libro fascinante cuyo contenido basado en un hecho real le confieren el carácter de lectura imprescindible y que, sin duda, no os dejará indiferentes.

No me queda nada más que agradecerle a la Editorial Suma que me haya hecho llegar un ejemplar de este extraordinario libro.

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